Las diputaciones se suman al descontrol del gasto y disparan su deuda un 9,15%

Las vías de agua son así de antipáticas. Tapas un agujero y sale otro en el lado contrario del barco. Los ayuntamientos logran contener su deuda en el cierre de 2010 y son las diputaciones y los cabildos los que descontrolan su gasto e incrementan su endeudamiento en más de un 9%.

Al fin y al cabo, son todos entes locales y lo que no se gasta uno lo hace el otro. En total, los 51 organismos supramunicipales que hay en España debían a finales del año pasado 6.358 millones de euros, que son casi 500 millones más de lo que, por poner un caso de actualidad, adeudaba oficialmente Castilla-La Mancha en el mismo periodo.

De hecho, si las diputaciones y demás órganos fueran una autonomía, serían la quinta con más saldo pendiente de pagar, sólo por detrás de las grandes por población: Andalucía, Cataluña, Comunidad Valenciana y Madrid.   

Pero no lo son. Como tampoco se les puede comparar a los ayuntamientos pese a que sus presupuestos sean similares a los de sus capitales de provincia. Según los últimos datos disponibles del Ministerio de Economía y Hacienda, estas administraciones manejan al año unos 22.000 millones de euros. 

Las más poderosas son las tres forales vascas, cuyo volumen conjunto supera los 13.000 millones gracias a la recaudación exclusiva que tienen del IRPF (a través del Concierto Económico vasco). Ese poder se refleja en su endeudamiento, dado que son, con bastante diferencia, las diputaciones con más deuda total y per cápita.

El curioso caso de Bilbao y su Diputación

De una forma específica, Vizcaya acabó el ejercicio pasado con casi 1.000 millones de endeudamiento, una cifra que al dividirla por su población la sitúa como la segunda más elevada: 822 euros, según los datos del Informe de Deuda Viva de los Entes Locales publicado por el Ministerio de Economía.

Estos números son más llamativos si se recuerda que Bilbao como ciudad apenas tiene deuda. Y aquí, el adverbio "apenas" está más que justificado, porque la capital vizcaína mantiene una deuda de sólo tres millones de euros para una ciudad de 353.000 habitantes.

Alicante o Palma, con un padrón similar, acarrean unos 200 millones en su saldo por pagar.

San Sebastián y Vitoria, por su parte, sí repiten la media nacional de una deuda por persona alrededor de los 500 euros. Eso no impide que sus diputaciones se coloquen como la tercera y la cuarta del país en pagos por cubrir y que los alaveses sean los que más deben per cápita de España: 1.069 euros.

En medio de las vascas se coloca el Cabildo de Tenerife, con 477 millones de endeudamiento y 536 euros por habitante. Al igual que el tinerfeño, otros cabildos más pequeños soportan deudas muy gruesas para su tamaño.

Por lo general, la mayoría de las diputaciones o similares arrastran un endeudamiento en torno  los 200 euros por persona. Puede parecer asumible, pero hay que recordar que estos números hay que añadirlos a los que ya se obtienen de ayuntamientos, autonomías y Estado.

En definitiva, las diputaciones de régimen común (38 en total) deben 3.200 millones de euros frente a unos presupuestos conjuntos de 6.600 millones, con lo que su deuda representa la mitad de sus ingresos. Con este mismo baremo, las tres vascas disponen de mayor maniobra, dado que deben cerca de 2.000 millones frente a unas cuentas de 13.000 millones.

Por último, los siete cabildos insulares (los canarios) presentan 1.600 millones de presupuesto y 800 de deuda, mientras que los cuatro consejos insulares (los baleares) deben 186 e ingresan 500.