Las lluvias retrasan la vendimia en Aragón, aunque se prevé buena cosecha

  • Las cuatro denominaciones de origen del vino en Aragón -Cariñena, Borja, Somontano y Calatayud- se preparan para la vendimia, que llegará con retraso debido al carácter más frío y lluvioso de este año, pero que también ha propiciado un aumento de la producción en la mayoría de ellas.

Pablo Sebastián Segura

Zaragoza, 18 ago.- Las cuatro denominaciones de origen del vino en Aragón -Cariñena, Borja, Somontano y Calatayud- se preparan para la vendimia, que llegará con retraso debido al carácter más frío y lluvioso de este año, pero que también ha propiciado un aumento de la producción en la mayoría de ellas.

Del mismo modo, las abundantes precipitaciones registradas a lo largo del año habrían mejorado la calidad de la uva, aunque se han tenido que realizar esfuerzos en los tratamientos para evitar afecciones sanitarias debido a la humedad, según han informado a Efe fuentes de las cuatro denominaciones aragonesas.

La Denominación de Origen del Somontano espera una producción un 20 por ciento mayor y de gran calidad, y aunque tradicionalmente es la primera en la recolección adelantándose al mes de agosto, no se prevé que se comiencen a recoger las principales variedades hasta prácticamente el mes de septiembre.

Asimismo, la cantidad de kilos de uva previstos es también del orden de un 12 ó 13 por ciento mayor en Cariñena, lo que supone entre 80 y 82 millones de kilos, ya que a pesar de que las variedades de garnacha y merlot han registrado problemas, el resto se han comportado favorablemente.

Estas lluvias, además de propiciar la recuperación tras unas cosechas por debajo de la media y de retrasar el comienzo de la recogida hasta mediados de septiembre, han evitado problemas mayores, pues muchas explotaciones estaban muy deterioradas tras tres años de extrema sequía.

Por contra, en la Denominación de Origen de Calatayud se espera una cosecha normal, del orden de los ocho millones de kilos, aunque la garnacha no ha resultado tan afectada como en el resto de zonas y también llegará con retraso -hacia mediados de octubre-.

Mientras, la nota negativa viene del Campo de Borja, donde se prevé una disminución debido fundamentalmente a las graves incidencias que ha causado el pedrisco, de gran virulencia durante la época de floración, con lo que ocasionó una peor cuajada de la uva.

Sin embargo, el granizo solo ha afectado a áreas aisladas en las otras tres denominaciones, a pesar de que varias tormentas han devastado muchas otras zonas de cultivo, como por ejemplo en la provincia de Huesca, donde las afecciones por pedrisco han rodeado prácticamente toda la zona de Barbastro.

Por ello, tanto en Borja como en Somontano, Cariñena y Calatayud, los viticultores continúan mirando al cielo porque se siguen registrando tormentas bastante peligrosas durante estas semanas y este periodo previo a la recolección es crucial; cualquier incidencia climatológica podría dar al traste con todas las previsiones.

Donde más trabajadores se requerirán para las labores de la vendimia será en Cariñena, dado que es la denominación con una mayor superficie y que mantiene un 40 por ciento de recogida manual.

Allí, una media de entre 400 ó 500 personas trabajarán en las viñas, a los que hay que sumar más de un centenar que lo hará en las bodegas.

En cuanto al destino del vino que se elabora en Aragón, el de Somontano -que mantiene sus ventas- es el que mejor posicionamiento y más presencia tiene en el mercado nacional, mientras que Borja y Cariñena aumentan sus ventas gracias a la exportación, principalmente al Reino Unido.

Lo mismo ocurre con Calatayud, cuyos vinos tienen una menor presencia en el mercado regional y que tiene a Estados Unidos como su principal cliente, con mucha diferencia.

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