Las tensiones con Rusia perjudicarán a la eurozona si Moscú adopta nuevas sanciones

    • El presidente del BCE, reconoce que las tensiones geopolíticas pueden llegar a afectar a la zona euro.
    • Finlandia podría llegar a pedir compensaciones a la UE si la tensión con Rusia repercute en su economía.
Rusia cierra su mercado a casi todos los alimentos perecederos de UE y EEUU
Rusia cierra su mercado a casi todos los alimentos perecederos de UE y EEUU

La respuesta de Rusia a las sanciones occidentales impactarán especialmente sobre la Unión Europea. El primer ministro ruso, Dimitri Medvedev, ha firmado el decreto que prohíbe importar frutas y hortalizas, frutos secos, carne de cerdo, ternera y pollo, leche y productos lácteos, queso y pescado de la UE, Estados Unidos, Australia, Canadá, y Noruega.

Representa el 21,5% de la fruta que vende los veintiocho al exterior y el 28% de la verdura. 11.000 millones anuales según datos de la Comisión Europea. La restricción es por un periodo de un año pero Medvedev deja la puerta abierta a la negociación, en su intervención televisada ha señalado que "podría ser levantada si nuestros interlocutores hacen prueba de una aproximación constructiva". Mientras, el Gobierno está elaborando una lista concreta de los productos que se verán afectados.Finladia podría pedir compensaciones a la UE

'Castigar' a los socios con los cuales se tiene alguna discrepancia no supone una táctica nueva para Moscú. Habitualmente el país bloquea importaciones agroalimentarias de naciones con las que mantiene divergencias, según el diario Le Monde.

Menos normal sería decretar la restricción del espacio aéreo siberiano por el que pasan los vuelos comerciales que unen Europa con Asia. Dispararía el gasto en carburante de las compañías aéreas. Moscú ha insinuado que estudia adoptar esa medida pero todavía no hay nada en firme."Europa lo notará pero de cara a un año no es un factor determinante de desaceleración del crecimiento", tranquilizan desde XTB. "Más grave sería una prohibición del espacio aéreo porque significaría aumentar el coste en combustible considerablemente", advierte su analista, Joaquín Robles.

Donde ya se temen las consecuencias es en la vecina Finlandia. Un país en plena crisis que calcula que sí la economía ruso pierde tres puntos de crecimiento, repercutirá en un retroceso de medio punto para su PIB. El primer ministro, Alexaner Stubb, está decidido a pedir "compensaciones a la UE si las medidas causan un daño económico desproporcionado".La inflación rusa aumentará y Latinoamérica se verá beneficiada

Lo que sí es parece seguro es que la decisión dañará el bolsillo de los rusos. Aunque el jefe del Estado ha pedido que la medida no repercuta en los consumidores ni el suministro, expertos citados por el diario francés Les Echos, creen que los precios subirán. Un problema para una economía que el mes pasado registró un 7,8% de inflación.

Para compensar, Moscú ya ha iniciado las reuniones con representantes de Ecuador, Brasil, Chile y Argentina, y negocia un aumento de las importaciones.

De hecho, el Kremlin ha levantado todas las restricciones impuestas a las empresas brasileñas, que han manifestado su interés por ampliar sus ventar de productos cárnicos y lácteos.El gran temor europeo es el aumento del precio de la energía

Pero lo peor puede estar por llegar. Desde la consultora IHS Jane's, creen que si aumentan las tensiones, el presidente ruso,podría optar por subir el precio del gas a Europa, dejar de importar material electrónico, ropa de marcas occidentales e incluso realizar inspecciones fiscales retroactivas a las filiales occidentales.

En ese caso, las consecuencias sí serían más serias. Mario Draghi, el presidente del Banco Central Europeo, ha admitido que "la tensión entre Rusia y Ucrania tendrá un impacto en la zona del euro mayor que en otras zonas del mundo". Pero al BCE, que de momento mantiene los tipos en el 0,15%, no sólo le preocupa Ucrania. También Irak, Gaza o Siria son fuente de turbilencias.

Al final, todo dependerá de hasta dónde 'note' Rusia las sanciones occidentales decididas a finales de julio: dificultades para acceder al mercado de capitales, embargo sobre las armas y el material militar, limitaciones a la venta de tecnología sensible. La bolsa de Moscú ya lo ha notado y los analistas aseguran que a las empresas rusas les cuesta cada vez más financiarse en el exterior.

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