Las zanahorias desechadas sirven para producir bioetanol


Investigadores de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), en colaboración con la Universidad Nacional del Litoral, la Universidad del Centro Educativo Latinoamericano (ambas argentinas) y el Instituto de Catálisis y Petroleoquímica (CSIC), han diseñado un método con el que utilizar los desechos de zanahorias para producir bioetanol.
Según recuerda la UNED, el bioetanol es un compuesto químico obtenido a partir de la fermentación de azúcares que puede usarse como combustible. "Ofrecemos una solución sostenible para la reutilización de los descartes", explicó María Luisa Rojas, investigadora del departamento de Química Inorgánica y Química Técnica de la UNED y una de las autoras del proyecto, que se publica en 'Bioresource Tecnology'.
Obtener bioetanol por fermentación es un método muy utilizado con diferentes sustratos orgánicos, pero hasta ahora no se había empleado con zanahorias descartadas.
"Cualquier producto que posea hidratos de carbono, ya sean simples o complejos, puede convertirse en etanol por fermentación alcohólica", indicó Rojas. Es el caso de la zanahoria, que en su composición posee entre el 8 y el 10% de azúcares simples y un 1% de almidón.
El primer paso del proceso consiste en preparar el mosto. Se procesa la zanahoria en trozos muy pequeños y se somete a una hidrólisis enzimática, con una ruptura de las moléculas de mayor tamaño formadas por glucosa. Así, el azúcar de los tejidos queda libre para ser consumida por las levaduras.
A continuación tiene lugar la fermentación etílica, donde se utilizan levaduras -similares a las empleadas para producir vino, cerveza e incluso pan-, que son capaces de transformar el azúcar presente en el mosto en etanol y dióxido de carbono. Por último, el etanol es purificado por destilación.
Además de producir bioetanol, la pulpa de la zanahoria resultante del proceso tiene varias aplicaciones. Una de ellas es servir de alimento para animales, y otra extraer carotenos, los compuestos que le dan su característico color naranja y que son muy utilizados en la industria farmacéutica y alimentaria. Por último, extraer fibras de la hortaliza puede servir para alimentación humana.
Los investigadores están tratando de desarrollar el método en escala piloto. "Creemos que sí sería posible aplicarlo a gran escala", adelantó la investigadora de la UNED.
Está previsto construir una planta en la provincia de Santa Fe (Argentina) que será capaz de procesar entre ocho y diez toneladas de zanahorias al día.

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