Los agricultores deberían ser pagados por luchar contra el cambio climático

  • Cáceres.- Los agricultores deberían ser pagados por regenerar el suelo, mejorar el aire y cuidar la biodiversidad, por constituir la primera línea de defensa en la lucha contra el cambio climático.

Los agricultores deberían ser pagados por luchar contra el cambio climático
Los agricultores deberían ser pagados por luchar contra el cambio climático

Cáceres.- Los agricultores deberían ser pagados por regenerar el suelo, mejorar el aire y cuidar la biodiversidad, por constituir la primera línea de defensa en la lucha contra el cambio climático.

En esta idea han coincidido en Cáceres, en el 2 encuentro internacional de Amigos de los Árboles, diversos ponentes que piden valorar la labor de la agricultura como uno de las herramientas principales ante el cambio climático.

El catedrático Filipe Duarte, catedrático de Física de la Universidad de Lisboa, ha explicado a Efe que "el suelo es esencial, sin agricultura sostenible no solucionaremos jamás el problema".

Duarte ha destacado que el mundo se enfrenta a una "crisis de insostenibilidad": "desde finales de la II Guerra Mundial hasta el año 2007 hemos vivido en una época de crecimiento que ya ha concluido".

Para el catedrático, esta crisis está integrada por cuatro ejes: un pico de precios energético, inseguridad alimentaria, crisis natural y cambio climático.

Estos cuatro puntos, íntimamente relacionados, implican a su juicio una dependencia absoluta de los combustibles sólidos; la existencia de una profunda inequidad, con crisis alimentarias producidas, por ejemplo, por la subida del precio de los cereales; una "extraordinaria" pérdida de biodiversidad y unos efectos ya visibles de los cambios en el clima.

Sobre este último aspecto, el catedrático portugués considera que los efectos ya son visibles, con fenómenos meteorológicos extremos, como las olas de calor y las sequías, especialmente significativos en lugares como la Península Ibérica.

Ha explicado que la Península será más vulnerable al cambio que el resto de Europa, pero menos que otras partes del mundo en similares circunstancias.

"La vulnerabilidad - ha señalado - no sólo incluye el sometimiento a los impactos locales, también la capacidad de la sociedad para adaptarse a los mismos. Por ejemplo, Bangladesh y Florida están sujetos a dinámicos similares, pero todo parece indicar que el primero sufrirá de forma mucho más dramática la subida del nivel del mar".

Ha añadido que "poca gente sabe que la India está construyendo una especie de muro en su frontera con Bangladesh, para evitar la migración masiva que se producirá cuando este último quede inundado".

En la misma línea de defensa de la labor de la agricultura, y la utilización de patrones culturales basados en la naturaleza, se han manifestado los expertos en Permacultura Darren Doherty y Katherine Steele, ponente en la reunión que se están celebrando en Cáceres.

El primero ha dicho que "sería estupendo que se pagara a los agricultores por su labor, por regenerar el suelo, por purificar el aire, por cuidad de la biodiversidad".

El término Permacultura surge de la unión de las palabras "cultura" y "permanente" e incluye diversas técnicas dirigidas a la creación de asentamientos humanos sostenibles, viviendas o poblaciones, en entornos agrícolas o urbanos, teniendo en cuenta las huella ecológica y calculando lo que realmente se necesita para vivir.

También ha coincidido con estas ideas el presidente de la Fundación +Arboles, Javier Sánchez, quien ha manifestado a Efe que la acción de los agricultores "puede ser determinante: si lo hacen mal, utilizando las técnicas de la agricultura industrial, porque agravarán el problema, si lo hacen bien, mediante técnicas sostenibles, porque se convertirán en parte esencial de la solución".

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