Los alimentos multiplicaron por 4 su precio desde su origen a su destino en diciembre

Madrid.- El consumidor pagó casi cuatro veces más de lo que cobra el agricultor por los alimentos en diciembre, según los datos del Índice de Precios en Origen y Destino (IPOD) del último mes del año 2010 aportados por la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG).

La organización agraria, que elabora este estudio junto con las asociaciones de consumidores UCE y Ceaccu, precisa que en diciembre el índice se situó en 3,98, aunque para los productos agrícolas se disparó hasta el 4,46, mientras que para los productos ganaderos se situó en un 3,34.

Ha explicado que tras un año marcado por altos y bajos en los precios de venta, diciembre viene a cerrar un ejercicio en el que los alimentos han experimentado importantes subidas, sobre todo en los meses de abril, junio y octubre.

Las tres organizaciones critican que el camino que recorren los productos del campo y la ganadería lleva consigo un incremento del precio que reciben los productores entre dos y ocho veces una vez que llega a la mesa del consumidor.

Los cítricos y algunas verduras como la zanahoria (7,38) o el brócoli (5,14), vuelven a ser los productos más caros de los analizados en este IPOD y, así, un kilo de mandarina, pagada al agricultor a 0,24 euros, llega al consumidor con un precio más de seis veces superior, 1,48 euros.

Idéntico incremento experimenta el limón, pero en esta ocasión es por siete las veces que incrementa el precio una vez que llega al mercado.

Significativos son los casos de la cebolla y la berenjena, situados entre los alimentos más caros, con valores superiores al 6, y que en el último mes de 2010 han experimentado una bajada reseñable: cebolla, 4,96, y berenjena, 2,76.

A excepción de la ternera y el cordero, que de una manera apenas perceptible han reducido el diferencial entre el precio en origen y destino con respecto al pasado mes, el resto de productos analizados por el IPOD ganadero arroja unos precios al alza si los comparamos con los datos de noviembre.

Así, el pollo multiplicó su precio en origen por tres antes de llegar al consumidor, el cerdo lo hizo un 5,35 y el conejo, 3,35, mientras que una docena de huevos cuesta 2,73 veces más al ciudadano medio que al productor, y la leche, con un valor muy similar, alcanza un 2,79.