Los analistas empeoran sus expectativas sobre España tras la revisión del Gobierno

    • Hasta siete institutos de análisis han corregido a la baja sus previsiones para España después de que el Gobierno modificara del -0,5% al -1,3% su previsión de PIB para 2013.
    • De la veintena de analistas consultados por Funcas, sólo ESADE espera un mejor dato de PIB que el Gobierno para este año.

Los indicadores adelantados vienen a ser a la economía lo que los indicios a la investigación criminal. Se supone que los analistas se pasan el tiempo escudriñando indicadores de confianza, cifras sectoriales y magnitudes de todo tipo para aquilatar sus previsiones económicas.

¿Hasta qué punto determinan estos indicadores adelantados sus previsiones sobre el comportamiento de la economía? Es una incógnita. En primer lugar, porque pese a que todos los economistas trabajan sobre el mismo inventario reducido de índices, acaban alcanzando conclusiones diferentes.

En segundo lugar, porque luego suceden fenómenos extraños desde el punto de vista de la ciencia económica, como que un empeoramiento de una previsión por parte de un gobierno desencadene una oleada de revisiones a la baja por parte de los institutos de análisis.

Eso, exactamente, es lo que ha sucedido en España.

Hace tres meses, en febrero, Funcas publicó las previsiones para España de la veintena de institutos de análisis que consulta regularmente para tomar la temperatura de la situación económica española y éstos concluyeron que la previsión gubernamental de que la economía sólo caería un 0,5% en 2013 se alejaba en torno a un punto de la realidad que mostraban los indicadores adelantados (-1,5%).

En mayo, la fundación de cajas de ahorros ha vuelto a repetir el ejercicio y los resultados son llamativos.

No tanto por la conclusión general, que es la misma: la economía española caerá un 1,5% en 2013. Más bien por el hecho de que hasta siete institutos de análisis hayan empeorado sus previsiones para España.¿Razones para el pesimismo?

¿Qué ha pasado en estos tres meses? Nada particularmente grave. La prima de riesgo ha caído desde el entorno de los 400 puntos a un nivel inferior a los 300, la rentabilidad que se paga por el bono a diez años esta en mínimos de tres años, la bolsa ha tomado impulso, el mercado laboral no ha mejorado pero tampoco ha empeorado y, eso sí, el Gobierno ha revisado a la baja su previsión de PIB de 2012 del -0,5% al -1,3%.

Pues bien, ha sido empeorar el Ejecutivo su previsión de PIB y cundir el pesimismo entre los analistas.

Los servicios de estudios de Catalunya Caixa, BBVA y el Instituto Flores de Lemus han empeorado en tres décimas sus previsiones para España, mientras que la patronal CEOE, el Instituto de Macroeconomía de la Universidad Camilo José Cela, la Universidad Complutense y La Caixa también han agravado sus expectativas.

Sorprende, asimismo, que mientras que en el último tramo de 2012 fueron más los centros de análisis que mejoraron sus previsiones sobre España (4) que los que las empeoraron (3), ahora que parece haber una coincidencia generalizada en que los mercados de deuda y la situación económica general se ha estabilizado sean siete institutos los que empeoran sus previsiones y sólo uno, el Despacho Solchaga Recio & Asociados, del ex ministro de Economía, Carlos Solchaga, el que las mejora.

Hay que decir que este despacho era de los más pesimistas respecto al comportamiento de España en 2013 y que únicamente ha mejorado una décima sus previsiones hasta el -1,7%.

Según Pablo Triana, profesor de ESADE, detrás de las abrumadoras presentaciones, del despliegue tecnológico y de los sofisticados argumentos para explicar las corrientes de fondo de la economía que estilan los analistas económicos se oculta un cierto comportamiento gregario en sus previsiones.

"Al final las estimaciones se mueve en un rango de dos o tres décimas", subraya, uno de los responsables de la Diana Esade. "En la mayoría de los casos se predice mirando el retrovisor".

Un retrovisor que ahora presenta a un Gobierno sensiblemente más pesimista que hace unos meses. Un Gobierno que avanzó que rebajaría su previsión del PIB al -1% y que finalmente la ha situado en el -1,3%. Ése parece haber sido el indicador adelantado más contundente a ojos de los analistas.

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