Los cargos intermedios son los que más enferman por depresión y ansiedad

Los cargos intermedios de las empresas -los que están entre los directivos y los trabajadores de base- sufren ansiedad, estrés o depresión en mayor proporción que el resto de los trabajadores, según se desprende de un estudio elaborado por investigadores de la Escuela Mailman de la Universidad de Columbia a partir de 21.859 encuestas.

Un 18% de supervisores y gerentes aseguraron haber sufrido depresión, frente al 12% de los trabajadores que estaban a su cargo y el 11% de los directivos. Este colectivo de trabajadores goza de más ingresos laborales, tienen más autonomía de gestión y están más preparados que los de los niveles más bajos, pero como contrapartida, trabajan más horas, en ellos recaen mayores responsabilidades y, pese a que aparentemente mandan, son solo transmisores, en un porcentaje elevado de los casos, de las decisiones de sus superiores. Básicamente actúan como tapón y absorben el descontento de los de arriba y de los de abajo.

Los empleados intermedios tienen un doble papel, ya que incorporan responsabilidad de los de los que tienen arriba -sin sus beneficios- y el trabajo de los de abajo, apunta Seth Prins, uno de los responsables del estudio, en un artículo recogido por el diarioThe Atlantic.

Las conclusiones del informe descartan algo que para muchos parece evidente: que los trabajadores en condiciones laborales más precarias y con menores sueldos o los directivos -supuestamente con numerosas responsabilidades- son más propensos a la depresión y el estrés. Pero resulta que los mandos medios lo tienen bastante peor.Tres categorías laborales

Para realizar el estudio, los investigadores estimaron la prevalencia y las probabilidades de depresión y ansiedad por el trabajo en tres categorías: los directivos y propietarios, que se identificaron como autónomos, los gerentes y supervisores, que ocupan posiciones ejecutivas, administrativas o de gestión, y los trabajadores.

Los responsables del estudio reconocen que eligieron centrarse en la depresión y la ansiedad debido a que la edad media de inicio de la enfermedad es mayor de 18 años de edad y que los trastornos probablemente surjan después de la entrada en la fuerza laboral.

Como conclusión, aseguran que existe una importante relación entre la clase social, las condiciones socioeconómicas y el trabajo que se desempeña con determinadas enfermedades.