El sindicato de controladores USCA ha acusado hoy a AENA de sumir al aeropuerto de Barajas en "un caos con retrasos de hasta dos horas"al tener que cerrar dos pistas para revisar las ayudas al aterrizaje y ha denunciado que el ente público tiene una gestión "improvisada".
Según los datos facilitados a Efe por AENA, entre las 11.00 y las 14.15 horas se han efectuado tareas programadas de calibración de las balizas del ILS de la pista 18R. Este Sistema Instrumental de Aterrizaje permite que el avión se guíe con precisión durante la aproximación a la pista de toma de tierra.
Estas revisiones han obligado al aeropuerto a operar con sólo 2 de sus 4 pistas y a limitar, tanto los despegues como los aterrizajes, a 32 movimientos a la hora, en lugar de los 46 permitidos habitualmente.
Durante las tareas de comprobación del ILS, las pantallas de información de vuelos de Barajas indicaban retrasos en las llegadas de hasta una hora y un vuelo de KLM procedente de Amsterdam tuvo que ser desviado a Valladolid.
AENA ha asegurado que desde las 14.15 horas el aeropuerto de Barajas opera con normalidad y a las 17.00 horas se habían efectuado 765 de los 1.291 movimientos programados para hoy.
En un comunicado, USCA asegura que estas comprobaciones se hacen en días con poco tráfico para no alterar las operaciones, pero AENA ha tenido que hacerlas hoy porque era el último día que "marca la normativa internacional para revisar las citadas ayudas, ya que si no tendría que haberlas dado de baja o dejarlas fuera de servicio".
El sindicato detalla que en la mañana del viernes AENA ha "cambiado la configuración de Barajas (el sentido en el que aterrizan y despegan los aviones) para permitir calibrar el ILS de la pista 18 Derecha y se ha cerrado también la pista 15 Derecha de despegues.
Según USCA, antes de que se aprobara la Ley que modifica las condiciones laborales de los controladores, el pasado 14 de abril, eran controladores aéreos en tareas de apoyo operativo los encargados de planificar y llevar a cabo las calibraciones.
El portavoz del sindicato, Daniel Zamit, explica que "se estudiaba con todo detalle el cómo y el cuándo realizarlas, para que entorpecieran los menos posible el tráfico aéreo y jamás venció el plazo para efectuarlas".
Zamit ha denunciado que AENA intentó hacer esta calibración el pasado 7 de febrero "produciendo un gran caos y provocando episodios graves en la seguridad de los vuelos", por lo que se pospuso para otras fechas, entre ellas la mañana de sábado en que se jugaba en Madrid la Liga de Campeones
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