Los fabricantes de aerogeneradores se asfixian en España

  • Advierten de que la nueva normativa que prepara Industria no deja margen para construir un solo molino
Sara Acosta

La industria eólica llevaba meses pidiendo a Industria un nuevo marco normativo que diera perspectivas a un sector que necesita largos plazos para materializar sus inversiones y desarrollar tecnología. Ahora, con el Real Decreto encima de la mesa, para el que el Ministerio no ha contado con el consenso de empresas que pueden presumir de ser punteras en todo el mundo, el problema se agrava para los fabricantes de aerogeneradores hasta tal punto que estos advierten de los “efectos irreversibles sobre el tejido industrial del sector eólico”, según explican diez compañías en una carta conjunta que han dirigido a Miguel Sebastián a través de los medios.

El marco regulatorio para la industria eólica estaba fijado hasta 2012 y a partir de esa fecha, nada. Ese vacío, la crisis económica y el estrangulamiento de la financiación de los bancos lleva dos años empujando a los fabricantes a una continua reconversión y ajustes que se agudizan con los meses.

La llegada por fin de una nueva norma no ha hecho sino agravar la situación, porque reduce de 20 a 12 años el periodo en el que las empresas podrán recibir las primas y rebaja las horas de funcionamiento de los parques. “La situación es diferente para los promotores y para los fabricantes. Nosotros debemos implantarnos industrialmente, y ello requiere disponer de un marco estable para garantizar una rentabilidad razonable”, explican desde una de las compañías firmantes de la misiva a Industria.

El riesgo ahora es que estas compañías, que se ven sin margen de maniobra en España, sigan compensando la agonía del mercado nacional, donde la venta de potencia instalada ha caído en picado, en otros mercados. Algunas empresas entonan la seguridad que da, por ejemplo, el último plan quinquenal que China acaba de publicar, y que ofrece una mejor perspectiva.

De no ofrecer alguna garantía, las compañías fabricantes seguirán llevándose tecnología fuera e instalándose en otras regiones, “lo que impedirá implantar nuevos desarrollos y las plataformas avanzadas que permitirán consolidar y mantener la posición de la industria nacional a nivel global”. En otras palabras, para cuando el Gobierno quiera recuperar esta industria, será tarde porque los fabricantes habrán volado a otros mercados más jugosos.

Mostrar comentarios