Los inspectores de hacienda dicen que los cambios en la reforma fiscal no tienen razón económica, política o social


La Organización Profesional de Inspectores de Hacienda del Estado (IHE) denunció hoy que los cambios en la reforma fiscal responden más a la presión mediática que a un razonamiento serio del Ejecutivo.
En un comunicado, esta organización lamenta que haya quedado postergada la aprobación del anteproyecto de reforma de la Ley General Tributaria, que hace que la reforma del Gobierno "quede huérfana de la necesarias medidas de lucha contra el fraude".
"Los cambios realizados desde que se presentó el borrador de los distintos proyectos están concretados en varios colectivos, y parecen más fruto de la presión mediática y de determinados grupos de presión que de un sosegado razonamiento económico, político y social", denuncia la organización.
Los inspectores critican también la "erosión" de las bases tributarias. En el IRPF se concentrará todavía más la tributación en las rentas medias, "puesto que las demás no están controladas por la Administración, afectará a la suficiencia del sistema".
Por otra parte, los inspectores se quejan también de que a la exención de la tributación por despido (180.000 euros), se le ha puesto un límite "demasiado alto que, sin duda, propiciará que se generen situaciones de fraude mediante acuerdo entre el despedido y la empresa".
No obstante, la organización sí considera positiva la regulación de los nuevos impuestos negativos, porque ayudarán a las familias numerosas y con discapacitados, así como la ampliación de la reducción por alquiler de vivienda.
En cuanto a la reducción de retenciones a los autónomos, los inspectores consideran que será positiva para este colectivo, así como la limitación de módulos.
Por último, los inspectores aseguran que se trata de una reforma fiscal "de poco calado, cuyos objetivos económicos son discutibles, que mantiene unas complejidades normativas e inequidades horizontales y que omite medidas de lucha contra el fraude".

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