Los intereses de la deuda lusa a 10 años bajan a mínimos de hace 22 meses

  • Los intereses que los inversores exigen en el mercado secundario para comprar deuda portuguesa a diez años cayeron esta mañana 8,8 puntos básicos, hasta situar su rendimiento en el 6,98 por ciento, el más bajo desde febrero del 2011, dos meses antes de que Portugal pidiese un rescate financiero internacional.

Lisboa, 19 dic.- Los intereses que los inversores exigen en el mercado secundario para comprar deuda portuguesa a diez años cayeron esta mañana 8,8 puntos básicos, hasta situar su rendimiento en el 6,98 por ciento, el más bajo desde febrero del 2011, dos meses antes de que Portugal pidiese un rescate financiero internacional.

Fuentes del mercado indicaron que también se han producido rebajas en los intereses de los principales plazos de la deuda portuguesa. A cinco años cayeron 10,8 puntos, hasta el 5,15 %, y a dos años se rebajó en 19,4 puntos, hasta 3,40 %.

A comienzos del 2012, el rendimiento de la deuda lusa llegó a cotizar en el mercado secundario al 15 % en los bonos a diez años, a casi un 20 %, a cinco años, y a cerca del 17 %, a dos años.

La caída del interés de la deuda portuguesa la atribuyen los expertos a la mejora de Grecia, fruto de las nuevas condiciones financieras que suavizan las exigencias de la UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI), acreedores del país helénico.

La reducción de los intereses del bono a 10 años por debajo del 7 % está considerado por los especialistas como un paso para recuperar el acceso pleno a los mercados financieros internacionales, parcialmente vetados para Portugal debido a los altos intereses que los inversores empezaron a exigir por adquirir deuda lusa desde finales del 2010.

Para evitar la bancarrota, el país firmó en mayo del 2011 un préstamo de 78.000 millones de euros concedido por la UE y el FMI a cambio de ejecutar duras medidas económicas que incluyes ahorros en la educación y la sanidad, una fuerte subida de impuestos y cortes en las ayudas sociales y las pensiones.

Portugal, que padece la peor recesión de las últimas décadas (el PIB caerá en torno al 3 % en 2012) con una alta tasa de desempleo (cerca del 16 %), tiene como meta regresar a los mercados a finales del 2013, a pesar del escepticismo de algunos analistas.

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