Los nuevos peajes lusos costarán entre 11 y 19 euros por trayecto

  • Las cuatro autovías que se convertirán en autopistas de pago a partir del próximo jueves en Portugal, tres de ellas fronterizas con España, tendrán un coste para los turismos de entre 11 y 19 euros por trayecto completo.

Lisboa, 5 dic.- Las cuatro autovías que se convertirán en autopistas de pago a partir del próximo jueves en Portugal, tres de ellas fronterizas con España, tendrán un coste para los turismos de entre 11 y 19 euros por trayecto completo.

Así se desprende de las cifras publicadas hoy en el Boletín Oficial del Estado, donde figuran los precios de cada tramo de la A-22 (que atraviesa la región del Algarve y conecta con Andalucía), la A-23 (en el Alentejo), la A-24 (colindante con Galicia) y la A-25 (próxima a la provincia castellanoleonesa de Salamanca).

La transformación de estas antiguas "SCUT" (acrónimo en portugués de "sin coste para el usuario") en carreteras con peajes se inscribe en un contexto de fuerte crisis en Portugal, cuyo Gobierno ha tenido que lanzar nuevas medidas para incrementar los ingresos públicos y recortar de forma significativa el gasto.

De esta forma, recorrer los 130 kilómetros de la A-22 tendrá un coste para los turismos de 11,6 euros; los 178 kilómetros de la A-23, 19,3 euros; los 155 kilómetros de la A-24, 14 euros; y los 173 kilómetros de la A-25 supondrá un desembolso de 15,65 euros.

La conversión de las antiguas "SCUT" comenzó el pasado año cuando el Gobierno luso -entonces de signo socialista- introdujo peajes en las tres autopistas del norte del país, que conectan con Galicia.

Los peajes han suscitado controversia en España y Portugal, y ya han manifestado su rechazo asociaciones de usuarios, transportistas, empresas y autoridades municipales de ambos lados de la frontera.

Entre las últimas iniciativas de protesta, destaca la de la Comisión de Usuarios de la A23, que ya entregó al primer ministro luso, el conservador Pedro Passos Coelho, las firmas de más de 20.000 personas.

Además, el sistema de cobro de estos peajes es electrónico y no permite el pago en metálico ni con tarjeta, lo que supone una dificultad añadida para los turistas extranjeros, que deben elegir entre adquirir una tarjeta pre-pago asociada a su matrícula o alquilar el dispositivo que utilizan los conductores portugueses.

La introducción de estos peajes el pasado año motivó una queja oficial de los empresarios gallegos ante la UE para denunciar las bonificaciones que disfrutan los ciudadanos lusos a la hora de atravesar estas vías.

En su opinión, esta medida es discriminatoria y atenta contra la libre circulación de personas y bienes.

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