Los pecados de la reforma laboral: más desigualdad, más precariedad, poco empleo

España está dejando de destruir empleo e incluso parece empezar a crear puestos de trabajo en algunos ámbitos muy específicos, si hacemos caso a las estadísticas.

Al Gobierno le ha faltado tiempo para atribuir esta inflexión a la reforma laboral, que, en su opinión, habría introducido en el mercado la flexibilidad suficiente para permitir a las empresas ajustarse a las apreturas del momento económico sin necesidad de echar a sus trabajadores -reduciendo salarios, jornada o las dos cosas, básicamente- .

En opinión del instituto de análisis económico Fedea, ésa es únicamente una parte de la realidad. "Se ha acelerado el ajuste salarial, han disminuido las posibilidades de perder el empleo, pero no encontramos ningún efecto positivo en materia de creación de empleo".

Sí, en efecto, la reforma laboral ha derrumbado el blindaje que pesaba sobre los convenios colectivos y que dificultaba a las empresas adaptarse a la crisis y ha afianzado una moderación salarial que ha mejorado la competitividad de las empresas en los mercados internacionales, dos efectos positivos.

Pero también ha profundizado en la división del mercado laboral entre fijos y temporales, ha incrementado la desigualdad entre los españoles y ha contribuido poco o nada a la creación de empleo, en opinión del investigador del área laboral de Fedea, Marcel Jansen.Los pecados de la reforma laboral

La reforma laboral ha contribuido a agudizar aún más la brecha salarial existente entre los que más ganan y los que menos.

Lo que dicen los datos que maneja Fedea es que mientras el 30% de la población que menos ingresos tiene ha visto decaer sus salarios reales entre un 5% y un 17%, el 30% que más gana apenas ha notado ajuste alguno en sus retribuciones que en algunos casos hasta se han incrementado.

La explicación del profesor Jansen a este fenómeno es que el ajuste laboral se ha cebado en un sector como el de la construcción, con mano de obra poco cualificada y pocas posibilidades de recolocación, lo que les ha condenado no sólo a perder su puesto de trabajo sino a tener poquísimas opciones de recuperarlo.

Éste es precisamente otro de los efectos perniciosos de la reforma: la consolidación de una bolsa de desempleados de larga duración de 3,5 millones de personas, que, además, "tienen escasas posibilidades de encontrar un puesto de trabajo".

Y cuando lo encuentran es temporal. Es cierto, que entre el segundo y el tercer trimestre del año España ha creado unos 190.000 empleos.

Si se rasca bajo ese dato nos encontramos con que esa creación de empleo oculta la destrucción de unos 150.000 empleos indefinidos, que se ha visto compensada con la creación de 300.000 puestos de trabajo temporales, lo que indica una clara sustitución de empleo fijo por empleo temporal en las empresas españolas.Nadie encuentra trabajo con el INEM

El resumen que hace Fedea sobre el impacto de la reforma laboral es bien gráfico: aprobado alto en la reforma de la negociación colectiva, aprobado raspado en la protección del empleo y suspenso en políticas activas y políticas pasivas de empleo.

La destrucción masiva de empleo que ha experimentado España durante esta crisis no ha conseguido animar a las autoridades para que intenten mejorar la capacidad de colocación del Servicio Estatal de Empleo Público, el antiguo INEM.

Un ejemplo resulta revelador. Entre los meses de abril y junio de este año se firmaron cerca de cuatro millones de contratos de trabajo en España, sin embargo el INEM sólo tuvo algo que ver en menos de 100.000.

Es decir, que el principal órgano de colocación público, que dispone de unos 7.000 millones de euros de presupuesto, sólo logra intervenir en un 2,6% de las colocaciones que se hacen en España...

"Reformar las políticas activas de empleo para que proporcionen oportunidades especialmente a los que menos capacidad tienen de encontrar un empleo es básico si queremos evitar que miles de parados se queden al margen de la recuperación, porque hay cientos de miles de parados de larga duración que no van a encontrar un empleo aunque la economía se recupere", advierte el profesor Jansen.

La propuesta del investigador de Fedea es endurecer el cobro del paro a aquellos que tienen un perfil más empleable para liberar recursos para atender a los que tienen menos posibilidades de encontrar un puesto de trabajo, ofrecerles un plan específico de formación y aumentar sus posibilidades de encontrar un puesto de trabajo.