Los sindicatos aplazan declarar la quiebra de Saab Automobile

Copenhague, 9 sep.- El comité de empresa del grupo Saab Automobile aplazó hoy la presentación de una solicitud para declarar la quiebra del fabricante de automóviles, después de que un tribunal sueco rechazó el jueves los planes de reestructuración y suspensión de pagos de la compañía

"Los afiliados creen que debemos agotar todas las posibilidades para la supervivencia de la empresa antes de pedir la quiebra. Después de reunirnos con la dirección, creemos que aún es posible que los sueldos se paguen en los próximos días", señaló en un comunicado el sindicato IF Metall.

Los trabajadores del sindicato Ingenieros de Suecia también decidieron aplazar la petición de quiebra de Saab, al menos hasta el lunes.

Saab Automobile anunció hoy que el recurso de apelación contra la decisión del tribunal de Vänersborg (Suecia) de rechazar su solicitud de reestructuración será presentado este lunes.

Victor Müller, quien es presidente de Saab y de la empresa propietaria de esta, la holandesa de Swedish Automobile, dijo hoy a la emisora pública Radio de Suecia que el recurso incluirá nuevos datos sobre el plan de financiación y que está dispuesto a llegar hasta el Supremo.

La corte de Vänersborg rechazó la solicitud de Saab Automobile porque considera que su plan de financiación no es fiable y porque su situación ahora es peor que en 2009, cuando sí le fue aceptada la solicitud de reestructuración.

Saab Automobile tiene hasta el próximo día 29 para apelar la resolución, que la deja en una situación muy delicada, ya que las deudas con los proveedores ascienden a cerca de 7.000 millones de coronas suecas (777 millones de euros, 1.090 millones de dólares) y debe un mes de sueldo a sus trabajadores.

Desde que Saab Automobile declaró la primera suspensión de pagos en febrero de 2009, la situación ha ido empeorado progresivamente.

La aparición hace un año como compradora de la firma holandesa Spyker Cars, rebautizada Swedish Automobile, evitó que la estadounidense General Motors, propietaria de Saab, la desmantelara como tenía previsto.

Pero las dificultades para encontrar nuevos inversores, a pesar de un acuerdo con dos grupos chinos, y la imposibilidad de reanudar la producción han vuelto a colocar a Saab Automobile en una situación muy comprometida, agravada por el rechazo de los tribunales a su solicitud.