Los sindicatos aseguran que "no renuncian" a cambiar la reforma laboral de 2012


Los secretarios de Acción Sindical de CCOO y UGT, Ramón Górriz y Toni Ferrer, afirmaron este jueves que no han renunciado a lograr que se cambien los aspectos más negativos de la reforma laboral aprobada en febrero de 2012.
En una jornada organizada por Randstad y por el despacho Sagardoy y Abogados, Górriz aseguró que "no renunciamos a cambiar los aspectos más perniciosos" de esta reforma, aunque agregó que es consciente de que "en este marco las cosas llevan su tiempo".
No obstante, avanzó que la aplicación de esta reforma está provocando una mayor conflictividad y auguró que esta situación continuará en el futuro. "Donde se utiliza el BOE para incentivar la destrucción de empleo, se plantea un mayor conflicto", aseveró.
En este sentido, defendió que es "importante" que la OIT haya "condenado" esta reforma, o que la Comisión Europea y el Banco Central Europeo (BCE) se pusiera en duda la tarifa plana de cotización de 100 euros.
Por el contrario, abogó por apostar por la negociación colectiva, ya que considera que podría jugar un "gran papel para la recuperación vigorosa y para la reactivación de la economía".
Sin embargo, denunció que desde las instituciones europeas se ha planteado "una ofensiva contra la negociación colectiva y el derecho del trabajo", y añadió que hay sectores en los que la reforma "no les sirve para nada" y lo único que ha hecho ha sido "incentivar la destrucción de empleo".
En esta línea criticó que la reforma ha conllevado una "devaluación de los salarios" y ha supuesto "un ataque al derecho del trabajo y un debilitamiento de la negociación colectiva". Así, insistió en que estas medidas no suponen "modernizar" las relaciones laborales, sino que es una reforma "posmoderna" que busca "acabar con todo lo clásico".
PODER DISCRECIONAL
En una línea similar, Toni Ferrer defendió que la reforma laboral "no ha potenciado la flexibilidad interna, sino el poder discrecional del empresario", y eso "ha provocado una devaluación salarial".
En este sentido, sostuvo que "dos semanas antes de aprobar de forma unilateral la reforma laboral", las organizaciones empresariales y sindicales cerraron "un acuerdo con devaluación interna, no salarial, y con un compromiso de mantener el empleo", pero el Ejecutivo lo "tiró".
En la jornada también se refirieron a la situación del empleo juvenil y Górriz denunció que uno de los principales problemas es que la intermediación de los servicios públicos de empleo "no funciona" y advirtió de que esta situación "no va a mejorar con la colaboración con el sector privado".
Por el contrario, sostuvo que hay "algunas prácticas" en algunas comunidades autónomas que han funcionado.
En cuanto a la Garantía Juvenil Europea, Górriz sostuvo que ésta es sólo una "medida complementaria y paliativa", pero denunció que cuenta con "escasos recursos" para tener un papel más importante.
"CON RESPONSABILIDAD"
En esta jornada también participaron el presidente de honor de Sagardoy Abogados, Juan Antonio Sagardoy, quien instó a las empresas a utilizar la reforma laboral "con responsabilidad social" y cuando las medidas de flexibilidad interna "sean necesarias", sin abusar de ella".
Por su parte, el presidente de Asempleo, Andreu Cruañas, sostuvo que la reforma "ha servido para permitir el ajuste a las necesidades de las empresas, para salvar puestos de trabajo y para evitar la destrucción del tejido productivo".
No obstante, añadió que "queda por ver si fomenta la creación de empleo" durante la época de recuperación.
Por último, el presidente de la patronal Unesa, Eduardo Montes, consideró que será "fundamental" para saber si la reforma es positiva ver si ha logrado disminuir el nivel de crecimiento económico necesario para lograr la creación de empleo.

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