Los tailandeses se refugian en el oro por la incertidumbre política y económica

  • Bangkok.- La debilidad de los mercados financieros y la incertidumbre política que no se desvanece en Tailandia a pesar de contar con un nuevo Gobierno, ha lanzado a innumerables tailandeses a buscar refugio a su dinero en la compra de oro.

La crisis económica y política lanza a los tailandeses a la compra de oro
La crisis económica y política lanza a los tailandeses a la compra de oro

Bangkok.- La debilidad de los mercados financieros y la incertidumbre política que no se desvanece en Tailandia a pesar de contar con un nuevo Gobierno, ha lanzado a innumerables tailandeses a buscar refugio a su dinero en la compra de oro.

Este metal precioso "es una de las formas más fiables de guardar los ahorros" afirma a Efe el dueño de uno de los comercios situados en el barrio chino de Bangkok, distrito el que se concentra el mayor número de negocios dedicados a la compra venta del oro.

Con algunas de las vitrinas del establecimiento vacías, el vendedor sonríe al afirmar que entre ayer y hoy ha vendido casi todas su mercancía a raíz de la avalancha de clientes.

"La gente no viene en busca de joyas bonitas o cadenas de diseño, la mayoría no compra el oro para lucirlo, sino con vistas al futuro", explica el tendero.

El precio del oro, un valor refugio en momentos de incertidumbre, según los economistas, inició el pasado lunes una veloz alza a raíz de la rebaja de la calificación de la deuda de Estados Unidos y ha alcanzado récords históricos.

La escalada del precio de oro, un metal por el que la sociedad tailandesa tiene pasión, preocupa a las autoridades tailandesas que temen que se multipliquen los atracos a estos comercios que venden y también compran decenas de kilos a diario.

La Policía tailandesa informó esta semana de que ha reforzado las medidas de protección de las tiendas de Bangkok especializadas en la venta de artículos de oro.

El coronel Rungrote Sayamprasert, jefe de Policía del distrito de Yaowaraj, conocido por el barrio chino, confirmó en declaraciones a la prensa que además de incrementar las patrullas se ha instado a los dueños de los comercios de oro a instalar mecanismos adicionales de prevención, además de los circuitos cerrados de televisión.

Por tercer día consecutivo, muchos comercios de este caótico barrio dedicados al negocio del metal precioso se encontraban hoy desde primeras horas de la mañana atestados de gente formando largas colas dentro y fuera de los locales para comprar oro.

"Los mercados cada día van a peor, las monedas pierden fuerza y de los bancos tampoco te puedes fiar", sostiene una tailandesa antes de entrar en uno de estos establecimientos en los que las cadenas de oro gruesas y finas amarradas en racimos se exhiben en las decenas de escaparates interiores.

Pero esta fiebre del oro no sólo afecta a los tailandeses, José Damián Martínez, un cubano afincado en Bangkok desde hace una década explica que ha retirado del banco una parte de sus ahorros para invertirlo en esta metal precioso.

"Si tengo la mala suerte de que me lo roben, al menos espero que el ladrón lo disfrute, por lo menos no se llevarán el dinero los mismos de siempre", afirma Martínez.

A la caída de los mercados europeos y estadounidense, con el consiguiente arrastre de los parqués asiáticos, hay que sumar la desconfianza que suscita el Gobierno de Tailandia formado por su nueva primera ministra, Yingluck Shinawatra, neófita en política y quien ha asumido las riendas de un país sumido en una aguda crisis social y política, que el año pasado desató violentos disturbios.

La promesa más destacada hecha por los partidos que integran el actual Gobierno ha sido la de aumentar el salario mínimo hasta los 300 baht diarios (algo más de siete euros) en todo el territorio tailandés.

La dificultad de implantar esta subida salarial en un país con un pronunciado desequilibrio y el riesgo de que la inflación continué aumentando, ha propiciado que muchos tailandeses busquen nuevas formas de asegurar sus ahorros, aunque estos sean magros.

Los comercios de venta al peso de oro de 24 a 18 quilates son muy populares en Tailandia, donde la gente gasta grandes cantidades de dinero en piezas de adorno personal o en imágenes con el fin de invertir.

El precio de la onza de oro (28,35 gramos) se vendía en el mercado internacional a 1.794,40 dólares estadounidense, impulsado su precio por el debilitamiento del dólar estadounidense, después que a mediados de julio la onza costase 1.553,30 dólares.

Noel Caballero

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