Los trenes alemanes revisan sus planes de personal tras días de restricciones

  • La compañía de los ferrocarriles alemanes, Deutsche Bahn, revisará su política de personal, tras diez días de suspensión parcial de servicios en Maguncia, capital de un "Land", y en medio de un escándalo para la reputación de los trenes de Alemania.

Berlín, 15 ago.- La compañía de los ferrocarriles alemanes, Deutsche Bahn, revisará su política de personal, tras diez días de suspensión parcial de servicios en Maguncia, capital de un "Land", y en medio de un escándalo para la reputación de los trenes de Alemania.

A la intervención de la canciller Angela Merkel, quien recién incorporada a la campaña electoral apremió a la dirección de la Deutsche Bahn a resolver las anomalías, sigue ahora el compromiso de la empresa de analizar si hay déficit de personal.

El compromiso alcanza no solo a Maguncia, la capital del "Land" de Renania Palatinado donde desde hace semana y media hay graves alteraciones en el tráfico ferroviario, sino a toda la red.

La situación de Maguncia ocupa desde hace días los titulares de la prensa alemana, por encima de la campaña para las legislativas del 22 de septiembre y mientras se cruzan las acusaciones entre el Gobierno y la oposición por la gestión de la red nacional de trenes.

Por anómalo que parezca en un país apodado la locomotora económica de Europa, el servicio ferroviario funciona parcialmente a su paso por esa ciudad por falta de personal, ya que a las vacaciones de parte de la plantilla se sumaron bajas por enfermedad.

En plena temporada estival, los pasajeros se han encontrado con que de pronto los trenes no se detenían en esa estación, sin previo aviso ni alternativas, con los consecuentes contratiempos tanto para los ciudadanos como para los turistas de paso por Maguncia.

La dirección de la Deutsche Bahn no ha subsanado la situación ni siquiera llamando personalmente a los empleados de vacaciones para invitarles a regresar voluntariamente, entre críticas sindicales.

Algunos expertos advierten que lo ocurrido en Maguncia puede extenderse a todo el país y es consecuencia de los recortes de plantilla impulsados por el exjefe de la compañía, Harmut Mehdorn.

El actual jefe de la compañía, Rudiger Grube, se personó ayer en Maguncia, en medio de la segunda ronda de reuniones de crisis entre el estamento político, dirección de la Deutsche Bahn y sindicatos.

El responsable de personal, Ulricch Weber, salió de la reunión con el compromiso de revisar la planificación de personal en toda la red y, de ser preciso, proceder a nuevas contrataciones.

Según los sindicatos, el cómputo de horas extras en la red suma ocho millones, lo que refleja un déficit de personal que ahora estalló al confluir vacaciones y bajas por enfermedad.

Las anomalías en Maguncia persistirán, por lo menos, hasta fin de mes, en que se prevé que regrese el personal aún de vacaciones.

Por parte de Merkel, su portavoz, Steffen Seibert, dejó claro ayer que no se considera avanzar hacia la privatización de la compañía, un proyecto que bajo el mandato de Mehdorn quedó congelado.

A la gestión de Mehdorn se atribuyen en buena parte los problemas que arrastra la compañía.

El exjefe de la Deutsche Bahn pasó en 2011 a dirigir Air Berlin, en plena reestructuración para hacer frente a la competencia de las compañías de bajo coste, y de ahí asumió este año la gestión del futuro aeropuerto internacional de Berlín, que acumula tres años de retrasos en su prevista inauguración.

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