Los vinos del valle australiano Yarra salen a conquistar el mercado exterior

  • El valle Yarra, una de las principales zonas vitivinícolas de Australia, sale a la conquista de nuevos mercados con la elegancia de sus Chardonnay y Pinot Noir, pero con la desventaja de ser más caros que los vinos sudamericanos y sudafricanos.

Rocío Otoya

Valle Yarra (Australia), 15 jun.- El valle Yarra, una de las principales zonas vitivinícolas de Australia, sale a la conquista de nuevos mercados con la elegancia de sus Chardonnay y Pinot Noir, pero con la desventaja de ser más caros que los vinos sudamericanos y sudafricanos.

Con un clima ligeramente más cálido que el de la conocida región vitivinícola francesa de Borgoña y más frío que el de la de Burdeos, el valle Yarra, situado al sur de Australia, aglutina a grandes y pequeños productores que tienen vinos calificados por el crítico australiano James Halliday con más de noventa puntos sobre cien.

La producción de este valle es muy variada, pero poco abundante en comparación a las cifras en Australia, país que es el cuarto exportador de vino en términos de volumen después de Italia, Francia y España.

Pero el sello que distingue a este emplazamiento es la producción de vinos "premium" frescos y afrutados, explicó Mat Janes gerente de turismo de la filial australiana de Möet&Chandon, que también opera en Argentina y Brasil.

Los viticultores del valle Yarra persiguen conquistar nuevos mercados pese el lastre que supone la fuerte apreciación del dólar australiano, el impacto de la crisis financiera y el difícil reto de competir con los precios de los vinos sudamericanos y sudafricanos, explicó a Efe Andrew Fleming, de la bodega Colstream Hills.

Aun así, este valle, que se convirtió en la primera zona de producción vitivinícola del estado de Victoria cuando los hermanos Ryrie plantaron los primeros viñedos en 1838, comienza a acaparar la atención de la crítica del Reino Unido.

Expertos de este país han explorado esta zona del estado de Victoria, que también es hogar de canguros grises, y "han hallado verdaderas gemas" en Australia y han calificado a los Chardonnay de las áreas reconocidas como de "calidad internacional", agregó Fleming.

El valle Yarra ya exportó unos 14,1 millones de litros de vino, de acuerdo a datos oficiales de 2008. Sus principales mercados son Europa y Norteamérica, pero ahora mira con atención a los nuevos consumidores de Asia, especialmente de Singapur, Japón, Hong Kong y la China continental.

La penetración en nuevos mercados muy acostumbrados a la cerveza y a otras bebidas alcohólicas requiere "educación, tiempo y un cambio cultural", precisó Fleming, quien aseguró en que un buen comensal no duda en pagar entre 25 y hasta más de 100 dólares por una botella del valle Yarra.

Sin embargo, un giro en las costumbres no es imposible porque incluso en Australia, un país donde las barbacoas y la cerveza son parte de la cultura popular, un 40 por ciento de su población opta por beber vino, en comparación a un 22 por ciento que escoge a la cerveza, según una reciente encuesta.

Por ello el valle Yarra no ceja en su esfuerzo por a atraer a los turistas, locales y extranjeros, a sus bodegas para catar sus Chardonnay y Pinot Noir, así como los espumosos añejos como el Chandon Vintage Brut o el nuevo Moscato 2012 de la bodega Innocent Bystander.

Allí, los viticultores de la zona, que ha sido visitada por la modelo brasileña Gisele Bündchen, explican el hecho de que un año sea mejor que otro o cómo los incendios de 2009 afectaron a algunas de sus cosechas.

Jason Steele de la bodega Colstream Hills recordó que tras esos incendios, su bodega tuvo que adquirir uvas fuera del valle y que a pesar de ello uno de sus Pinot Noir ganó un trofeo local al mejor vino y recomendó en particular las cosechas de los años pares, como la del 2012, que fue "otro buen año".

Junto a sus 2.492 hectáreas de viñedos, el valle de Yarra se alza como un importante centro turístico situado a unos 50 kilómetros al este de Melbourne y cuenta con numerosas bodegas, restaurantes y alojamientos.

Incluso la bodega TarraWarra tiene un impresionante museo de Arte en el que actualmente se exhibe la pintura ganadora y las finalistas del premio Archibald 2012, el más importante de Australia.

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