M.Robles: Las redes sociales que dan tanto miedo mejorarán la profesionalidad

  • Escritora y periodista. Así se define Marta Robles, que después de 30 años en los que ha tocado todos los palos afirma que es una mujer de su tiempo y como tal, "multimedia", si bien señala que las redes sociales, "que dan tanto miedo", no sustituirán al periodismo, pero sí favorecerán la profesionalidad.

Raquel de Blas

Madrid, 25 may.- Escritora y periodista. Así se define Marta Robles, que después de 30 años en los que ha tocado todos los palos afirma que es una mujer de su tiempo y como tal, "multimedia", si bien señala que las redes sociales, "que dan tanto miedo", no sustituirán al periodismo, pero sí favorecerán la profesionalidad.

Hace solo quince días ha puesto en marcha su último proyecto: "MASS Bienestar", la nueva revista digital del diario elEconomista que dirige y edita y que para ella es una "aventura romántica" que combina el papel de siempre con las ventajas del mundo digital.

En una entrevista con EFE, Robles (Madrid, 1963) analiza la situación actual de los medios de comunicación y repasa su trayectoria profesional, en la que, pese a considerarse una "privilegiada", asegura haberse sentido discriminada en varias ocasiones.

PREGUNTA: ¿Qué se va a encontrar el público en "MASS Bienestar"?

RESPUESTA: Es una revista digital con un concepto nuevo de bienestar que todavía no está en las publicaciones en España. Aquí se habla de revistas femeninas, masculinas, de salud, de tendencias, pero esto es un concepto global. Pretendemos ofrecer el concepto de bienestar como lo entiende la Organización Mundial de la Salud (OMS), que piensa que la salud no es ausencia de enfermedades, sino bienestar físico, bienestar espiritual y bienestar social: estar bien por fuera, estar bien por dentro y estar bien en la relación con los demás. Y ofrecemos infinidad de opciones desde todos los puntos de vista para conseguirlo: nutrición, salud, psicología, belleza, moda, viajes...

P: ¿Qué lo diferencia de otras revistas?

R: Nos diferenciamos de lo que existe ahora mismo en Internet, que es mucho 'amateur'; es decir, esta es una revista de profesionales no sólo de la comunicación, sino que todos los temas que ofrecemos están avalados por profesionales del propio sector para que la información sea totalmente rigurosa y contrastada.

P: Su nuevo proyecto es una revista digital ¿Corren peligro los medios en papel?

R: Tendremos que ir amoldándonos al nuevo tiempo que vivimos. En realidad, esta es una aventura un poco romántica: una revista digital pero que recuerda a las de papel. Tratamos de mezclar el papel con las ventajas del mundo digital. Nosotros hemos hecho una alianza estratégica con elEconomista porque ellos están muy posicionados en Internet (...)

A mi no me gustaría nada que desapareciera el papel. Soy consumidora de papel, pero estamos en una transición y veo que vienen generaciones que igual ven las cosas de otra manera; de lo que se trata es de aprovechar todos los soportes y todos los formatos. A lo mejor con el paso del tiempo el uso del papel será más estelar, ya veremos qué sucede. De momento, incorporándonos un poco, no al futuro, sino al presente que es donde estamos.

P: Vuestra apuesta es gratuita, pero ¿cree que la gente acogería bien que los medios cobrasen por sus contenidos digitales?

R: No me meto en eso porque nuestro modelo de negocio es otro (...) Supongo que tendremos que concienciarnos de que tiene que haber otros caminos y otras vías, a lo mejor no exactamente un muro de pago, pero tendremos que encontrar la fórmula para que haya quien de verdad ofrezca noticias rigurosas, contrastadas y que reciba algo por su trabajo.

P: ¿Están las redes sociales sustituyendo al periodismo profesional?

R: No, en absoluto. Las redes sociales son una herramienta maravillosa para usarla como corresponde, que precisamente es dar a conocer los contenidos profesionales y que, incluso los propios periodistas y escritores, tengamos la respuesta instantánea de nuestros lectores. Eso es fantástico, aunque sí que es cierto que hay muchos problemas: con el anonimato, con no saber cómo regular estas relaciones que cada vez son más amplias...

Pero no creo que vayan a sustituir al periodismo. Además, según vaya avanzando el tiempo, lo que se va a valorar cada vez más es la calidad y creo que eso que nos da tanto miedo al final favorecerá la profesionalidad.

P: ¿Cómo ve la situación actual del periodismo? ¿Hacia dónde van los medios de comunicación?

R: Hacia la adaptación. El mundo está cambiando mucho y yo siempre digo que hay un cambio fundamental en la vida. Todos los habitantes del planeta han jugado exactamente igual, con pilas o sin pilas, pero con los mismos juegos. Salvo la generación de los que ahora tienen de treinta y tantos para abajo, que empezó a jugar con los videojuegos, y el mundo cambió. La visión del mundo ha cambiado radicalmente y eso hace que también haya cambiado la de los medios de comunicación, que ahora mismo están muy democratizados, para lo bueno y para lo malo, y hay una interacción absoluta y aún lo estamos asumiendo, no sabemos qué hacer con este potencial tan enorme que significa tener un mundo global donde todo el mundo tiene voz y voto y en el que todo el mundo puede contar cosas que son o no son.

Por eso, creo que tenemos que ir reacondicionando todo y readapatando todo. Hay un proceso de transición pero creo que acabaremos llegando a buen puerto porque nunca ha habido tantas posibilidades.

P: Ha trabajado en prensa, radio, TV, ... ¿Qué medio prefiere? ¿En cuál se encuentra más cómoda?

R: Me encuentro muy cómoda en todos los medios, pertenezco a mi tiempo y soy multimedia. Pero lo que siempre me ha gustado más es escribir, desde pequeñita mi sueño era ser escritora y cuando el año pasado gané el Premio Fernando Lara de Novela para mi supuso un aval a mi carrera como escritora que me llenó de satisfacción.

Además de eso, me gusta el periodismo, lo llevo metido en las venas y me gustan todos los soportes porque me parece que cada uno tiene su atractivo (...) Llevo muchos años trabajando pero tengo la suerte de que sigo disfrutando como el primer día de todo lo que hago, no creo que haya proyecto grande ni pequeño y yo todos los intento disfrutar como si fueran la entrevista más importante de mi vida.

P: ¿Alguna vez en el trabajo se ha sentido discriminada por ser mujer?

R: Por supuesto que sí. Me he sentido discriminada en diversas ocasiones, me he visto con problemas sobre todo cuando nació mi primer hijo, he sentido un grado de competitividad con hombres, precisamente por ser mujer.

Siempre recuerdo cuando estaba en informativos la frase que uno me dijo: "Tendrás que cortarte la melena porque si no, no vas a tener credibilidad". Y le respondí: "Claro, tú piensas como Schopenhauer, que las mujeres somos animales de pelo largo e inteligencia corta". Me pareció una cosa increíble.

Yo he sufrido como todas las mujeres momentos de discriminación y algunos me han hecho sufrir bastante. Pero también soy una privilegiada porque llevo dirigiendo programas en televisión desde que tenía 28 años, publicando libros desde que tenía 30... Me siento una privilegiada, pero soy una privilegiada que curra una barbaridad. Me decía Ussía que era una obrera de la información, pero no una obrera cualquiera, una obrera soviética (Risas).

P: Parece que el periodismo en España atraviesa sus horas más bajas en cuanto a valoración por parte de la ciudadanía ¿A qué cree que se debe?

R: Uno de los fundamentales problemas es el acercamiento del periodismo al poder político. El mundo del periodismo se ha polarizado, hay demasiados foros de opinión en los que antes de que los periodistas hablen, uno ya sabe como se van a posicionar, y eso resta credibilidad al periodismo. La independencia completa, igual que la objetividad, es enormemente difícil, pero una cosa es que uno esté en un medio y sepa respetar su línea editorial, y otra cosa es que se ponga una camiseta y acabe siendo más papista que el papa.

Por otro lado está el de la crónica de sociedad, la crónica rosa, que ha ofrecido una imagen diferente del periodismo, aunque creo que la gente no lo engloba tanto en el apartado del periodismo con mayúsculas, sino en el del espectáculo, y por eso lo mira de otra manera y no le preocupa tanto.

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