Madrid. Las ong piden a gallardón que mantenga las subvenciones a la cooperación


La Federación de ONG de Desarrollo de la Comunidad de Madrid (Fongdcam), exigió hoy al Ayuntamiento de Madrid que rectifique y no suspenda las convocatorias de subvenciones para 2010 y 2011 en lo relativo a ayuda oficial al desarrollo.
"Esta medida deja sin continuidad muchos proyectos y coarta el proceso de desarrollo de miles de familias en los países empobrecidos", señaló.
El presidente de la Fongdcam, Juan Luis Lillo, entregó hoy al consistorio dirigido por Alberto Ruiz-Gallardón 103 cartas de ONG de desarrollo, que solicitan una rectificación de la suspensión de las subvenciones y que el ayuntamiento mantenga su compromiso en la lucha contra la pobreza.
"La partida presupuestada para subvenciones de cooperación al desarrollo de 2010, aprobada por el Ayuntamiento de Madrid, tenía un monto de 13 millones de euros, apenas un 0,2% del presupuesto anual, muy poco comparado con otras partidas de índole muy diferente y de menos calado social, como la de reemplazar todas las papeleras, que ha supuesto un gasto de 72 millones de euros", explicó la Fongdcam.
"Tanto el Gobierno de España como los gobiernos autonómicos y municipales se comprometieron a luchar contra la pobreza, a través de los Objetivos de Desarrollo del Milenio. Por tanto, la suspensión aprobada por el Ayuntamiento de Madrid supone el incumplimiento de los compromisos adquiridos con la ciudadanía, plasmados en los presupuestos anuales de 2010 y en el Plan General de Cooperación al Desarrollo 2009-2012", afirmó Lillo tras entregar las cartas en el consistorio.
La Fongdcam recordó que la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) hizo pública una moción el pasado mes de septiembre en la que instaba a los ayuntamientos a ratificar su compromiso en la lucha contra la pobreza.
"La cooperación no es la guinda de un pastel que adorna los días felices. La cooperación al desarrollo es un compromiso político con los más pobres y con la lucha contra la pobreza y el hambre, aquí y en los países menos desarrollados, que pagan con creces las crisis que no han provocado. Por eso es necesario que siga teniendo su hueco en los presupuestos públicos", concluyó Lillo.

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