Manos unidas tuvo un 8% menos de ingresos en 2013 para sus 1.400 proyectos

Los ingresos que recibe la ONG católica Manos Unidas bajaron un 8% en 2013 respecto a los recaudados en 2012, según datos provisionales. El mayor descenso tuvo lugar en el dinero que la organización recibe de las administraciones, que supuso un 40% menos. Sin embargo, la mayoría de los ingresos proceden del sector privado, donde apenas han descendido las ayudas el 4%.
Estas son algunas de las cifras que se desvelaron este martes durante la presentación en Madrid de la 55 campaña contra el hambre de Manos Unidas, que este año lleva por lema ‘Un mundo nuevo, proyecto común’.
El acto estuvo encabezado por la presidenta de la organización, Soledad Suárez, quien destacó que este año los esfuerzos de Manos Unidas se enfocarán al octavo objetivo de desarrollo del milenio, ‘fomentar una alianza mundial para el desarrollo’.
Suárez concretó que la mayor preocupación por el descenso de la recaudación con que anualmente cuenta la ONG es que “la sociedad española ya no exige la cooperación al desarrollo”, preocupada por los problemas económicos domésticos. “La solidaridad no es dar lo que te sobra, no es dar cuando tienes mucho”, denunció.
En la actualidad, la entidad católica cuenta con 1.400 proyectos en funcionamiento repartidos por todo el mundo, de los que 600 fueron aprobados en 2013, a pesar de la merma de fondos. De hecho, el año pasado Manos Unidas destinó cerca de 35,7 millones de euros (lo que supone un 85% de sus gastos) a financiar esos 600 proyectos en África, Asia y América, con los que trata de contribuir a disminuir la pobreza en el mundo, que afecta a más de mil millones de personas en todo el planeta, un quinto de la población mundial.
AYUDAS QUE CAMBIAN VIDAS
Óscar Bazoberry, coordinador general del Instituto para el Desarrollo Rural de Sudamérica, dio testimonio de que los proyectos impulsados por Manos Unidas “cambian vidas”, y que ese desarrollo tiene lugar en diversos campos, como el económico, la educación, la cultura y la política.
Según su experiencia en Sudamérica, “el sur se va pareciendo al norte” en cuanto a desarrollo, pero ello conlleva ventajas e inconvenientes. Por ello, mostró su preocupación por “la sostenibilidad de esta forma de crecimiento”. En Sudamérica hay 70 millones de habitantes que viven en el área rural, lo que supone el 16% de la población y son, precisamente, los campesinos, los indígenas y los “afrodescendientes” los tres grupos en los que se concentra la pobreza, según denunció Bazoberry.
De ahí que este experto en desarrollo rural vea en los Objetivos de Desarrollo del Milenio y en la discusión en torno a ellos tras 2015 “una gran oportunidad”, centralizada en un nuevo concepto, el de la “economía verde”, que busca el equilibrio entre la distribución de las riquezas naturales y las económicas.
También la hermana carmelita Covadonga Orejas, que trabaja en la protección de menores en Togo y Gabón y que lleva en África desde 2002, agradeció la aportación de Manos Unidas para desarrollar proyectos locales en los que, según dijo, cada vez está más implicada la sociedad civil. “La aportación de Manos Unidas marca la diferencia. Nosotras no podríamos hacer nada solas”, recordó.
La religiosa también hizo una llamada de atención sobre las noticias que llegan a occidente sobre los africanos: “Damos la imagen de ser emergentes pero todos no tenemos las mismas oportunidades”. Por eso animó a los españoles a participar en la campaña contra el hambre de Manos Unidas, pues “compartir hace posibles grandes milagros” y “una gota de agua tiene efecto multiplicador”.
Asimismo, Orejas pidió a los españoles que, aunque estén preocupados por la crisis económica, sepan mirar hacia quienes lo pasan peor a miles de kilómetros. “Lo que es obvio en España está empezando en otros países”, concluyó.