Más de la mitad de las empresas continúa ajustando plantilla y sueldos en 2013

Las empresas españolas iniciaron en 2009 un proceso de ajuste de salarios y empleos que en 2013, cuatro años después, todavía no ha finalizado.

Según los datos difundidos este lunes por el Banco de España, el 56,2% de las empresas admite haber continuado el proceso de ajuste en sus plantillas durante este año 2013, mientras que el porcentaje que declara haber reducido también sus gastos de personal es del 52,7%.

Es decir, que cinco años después del inicio de la crisis más de la mitad del tejido empresarial español estaría embarcado en un proceso de ajuste laboral.

La buena noticia es que la intensidad del ajuste va a menos. El ritmo del ajuste de plantilla ha pasado del 2,8% de 2012 a un 2,5%, mientras que los recortes en los gastos de personal han pasado del 2,4% al 1,9%.

Otro indicio positivo. Entre el año pasado y éste el número de empresas que incrementan o al menos no varían su plantilla se ha incrementado en 3,1 puntos, mientras que las que han continuado reduciendo su plantilla se ha reducido en seis puntos.

La parte inquietante es que las empresas continúan con un nivel de rentabilidad ínfimo, incompatible con una política de contratación medianamente relevante.

El director del Servicio de Estudios del Banco de España, José Luis Malo de Molina, ha advertido de que antes de que se empiece a ver un repunte de la creación de empleo en España habrá que continuar con la política de devaluación interna.

"Ese ajuste salarial es el que va a permitir que España vaya a crear empleo con tasas de crecimiento muy inferiores a las que se necesitaban hace unos años", ha subrayado, siguiendo la argumentación gubernamental.

Por ello, entiende que la mejor manera de acelerar esa creación de empleo es "acelerar las reformas pendientes, principalmente y por orden de importancia la reforma laboral y la de las pensiones".

El asunto es urgente, porque según los datos del Banco de España en los dos últimos años los ajustes de plantilla han dejado de ser únicamente a base de empleados temporales y han empezado a afectar de manera más intensa al núcleo duro del mercado de trabajo: los empleados fijos.