La empresas españolas inundan el mundo de trenes, cerdos ibéricos... o mapas

"¡Papá ven en tren!" fue una frase que aparecía en una campaña publicitaria de Renfe en los años 80 que hizo furor, hoy diríamos que se ha hecho viral, y que animaba a viajar en este medio de transporte que va sobre raíles.

Pues bien, hoy, treinta años después de aquello, los padres de medio mundo van a ver a sus niños en trenes... fabricados en España y por una empresa española. Cuya sede central está situada, desde hace casi un siglo, en una localidad guipuzcoana, en el corazón del Goiherri, Beasain. Una villa industrial de apenas 12.000 habitantes.De Washington a Moscú 

Y es que los viajeros de los metros de Washington, Sacramento, Maryland, México D.F., Hong Kong, Bruselas, Lisboa, Monterrey, Medellín, Sao Paulo, Caracas, Santiago de Chile, Bruselas, Roma, Nápoles, Milán, Moscú, Budapest, Madrid, Barcelona, Valencia, Bilbao, Málaga, por supuesto; quienes cogen trenes o tranvías en el norte del Reino Unido, en muchos lugares de Estados Unidos, Rusia, Australia, Finlandia, Argentina, Letonia, Nueva Zelanda, Arabia Saudí, Colombia o Brasil; los que suban al tren de Alta Velocidad en España o para dirigirse al aeropuerto de Oslo (Noruega), o en muchas de las líneas de corta, media y larga distancia que mantiene Renfe en España... probablemente vayan subidos en un vagón de tren que lleve la firma de CAF (Construcciones y Auxiliar de Ferrocarriles S.A.

Más de 7.000 empleos

Una empresa que mantiene 7.000 empleos en España (principalmente en Beasain, Zaragoza y Madrid), Estados Unidos y Latinoamérica y que se ha metido en el top cinco de los fabricantes mundiales de ferrocarriles tras los importantes contratos que ha firmado en los últimos tiempos mediante los que suministrará trenes para el metro de Quito, el tranvía de Maryland (Estados Unidos), los transportes ferroviarios de Newcatle (Australia), el metro de Nápoles y otros transportes regionales y tranvías italianos en Trieste, Cerdeña o Milán o dos grandes contratos para suministras más de 150 unidades a los operadores First Group y Arriva Rail North Limited. En total más de 200 trenes por un valor superior a los 2.000 millones de euros.

La empresa vasca, verdadero motor económico de la comarca del Goierri, en el corazón de Gipuzkoa, dirigida desde hace poco tiempo por Andrés Arizkorreta, cuenta con una cartera de pedidos en la actualidad que supera los 6.000 millones de euros, e inunda medio mundo de trenes fabricados en España.

Y es que en el momento en el que usted está leyendo esta noticia decenas de trabajadores del Pentágono y el Capitolio en Washington o del Kremlin en Moscú, turistas que se dirijan al centro de Roma o a trabajar en las tiendas de moda de Milán, que recorran Australia o Arabia Saudí sobre raíles o, en fin, que se dirijan a visitar el Cabo Norte en Noruega, lo harán viajando sobre trenes españoles. Hechos en España, con tecnología española y con manos españolas.Las grandes firmas del Ibex...

Y es que, aunque nos parezca lo contrario, hay empresas españolas que 'triunfan' en el mundo. Ahí están los ejemplos del BBVA y el Santander, dos de los principales bancos del mundo, la eléctrica Iberdrola, Movistar, una de la principales operadoras de telefonía del globo, Acciona, las grandes cosntructoras como ACS, Ferrovial, OHL, FCC, la tecnológica Indra o la asturiana Duro Felguera, por ejemplo, que fabrica bienes de equipo también para medio mundo.... Pero no solo las grandes empresas

Según el registro de la entidad pública Icex (España Exportación e Inversiones), hay cerca de 700 empresas españolas que operan en Estados Unidos. Algunas son las ya mencionadas, que grandes empresas que cotizan en el Ibex, pero más allá de éstas se abren paso otras conocidas que no operan en Bolsa como Restalia, el grupo de las franquicias de '100 Montaditos', que ha logrado que los estadounidenses coman tapas españolas en Miami o Washington, marcas de repostería como Inés Rosales, los zapatos Pikolinos o las galletas Siro.Cerdos ibéricos y mapas

Pero hay firmas otras firmas, principalmente innovadoras, que llegan pisando muy fuerte y han centrado su atención en el mercado americano, como Acornseekers, Carto y Hawkers. El caso de la primera empresa es llamativo porque apuesta por uno de nuestros productos más típicos: el jamón ibérico. Las barreras arancelarias de EEUU se levantaron para el jamón en 1996, aunque los rigurosos controles y normas alimentarias postergaron su entrada en el país norteamericano hasta 2007.

La idea Acornseekers, sin embargo, no es la exportación, algo que ya hacen productores como Osborne, Redondo Iglesias, Marcos Salamanca o Embutidos Fermín. Y es que Sergio Marsal, catalán, y el andaluz Manuel Murga decidieron en agosto de 2014 transportar 150 cerdos ibéricos desde España hasta el Estado norteamericano de Texas con el fin de ofrecer los primeros jamones ibéricos "100% americanos", según ellos, siguiendo la curación y el proceso tradicional que se sigue en nuestro país y han instalado nada menos que tres granjas en el estado de la estrella solitaria y Florida, con alrededor de 2.000 cerdos.

Mapas para la NASA

De momento, ya han empezado a vender carne fresca de cerdo, como pluma o secreto, y en poco tiempo comenzarán a comercializar jamones ibéricos. Pero si hay una empresa española que está triunfando en Estados Unidos es la firma Carto, fundada en Madrid por los jóvenes Sergio Álvarez y Javier de la Torre y que se ha convertido en apenas cuatro años en una de las empresas líderes del análisis y visualización de datos geolocalizados. En octubre de 2013 abrió su oficina en Nueva York y ya ha podido seducir a clientes como la ONU, la Nasa, la Casa Blanca, Twitter, el Ayuntamiento de Nueva York o la policía de Washington... Y es que como vemos, medio mundo viaja en tren español y se orienta con mapas también españoles. Casi nada.

Y también molinos de viento

Otro sector donde somos una potencia es en el de la energía eólica. Ahí ocupamos el tercer lugar mundial, tras Alemania y Dinamarca. con unas exportaciones en 2015 que alcanzaron los 2.563 millones de dólares. la industria eólica pues se sitúa entre las más exportadoras de nuestro país, con un nivel de ventas similar a la del vino (2.497 millones) y se ha situado muy por encima de la del sector de fruta, hortalizas y sus conservas (1.005 millones) y del calzado (283 millones), según los datos del Ministerio de Economía y Competitividad (Mineco).