Miguel Ángel Cilleros: el mecánico que quiere reparar el sindicato UGT

  • Cilleros, de 53 años, ha sido el único candidato que procede de una federación sectorial. Para muchos era el candidato oficial, muy afin a Cándido Méndez.

    En su 'programa' aparecía la necesidad de hacer de UGT una organización más ágil y adaptada a los tiempos, con unas estructuras más delgadas.

Miguel Ángel Cilleros: el mecánico que quiere reparar el sindicato UGT
Miguel Ángel Cilleros: el mecánico que quiere reparar el sindicato UGT

El secretario general de la Federación de Movilidad y Consumo de UGT (SMC­UGT), Miguel Ángel Cilleros, ha sido el único candidato que procede de una federación sectorial, tiene 53 años, con lo que se sitúa entre esos 45 y 55 años que marcó Méndez como la edad ideal de la persona que debe encargarse durante los próximos cuatro años de remover y modernizar las estructuras y el funcionamiento del sindicato.

Eso, y algunos apoyos no tan velados por parte de Méndez, ha hecho que haya sido considerado el candidato 'oficial', una etiqueta que se sacude con el gesto serio que siempre le acompaña y que amortigua cuando habla, con cercanía.

Cilleros fue el segundo de los tres sindicalistas en presentar oficialmente su candidatura, pocos días después de Santana, porque se tomó su tiempo para dar el paso y empezar a sondear a nivel interno el sindicato con la intención de garantizarse los apoyos suficientes.

Así, en los días previos, Cilleros comentaba que lo primero que quería hacer era consultar la cuestión con su familia. Era consciente de que dar el paso de suceder a Méndez era también ampliar su dimensión pública y reducir la privada. No era un paso más.

Quizás por eso decidió, como se hace cuando se da un gran salto, tomar carrerilla casi desde el principio y comenzar la andadura arropado por los suyos, los de siempre. El 16 de diciembre del pasado año, volvió al taller central de reparaciones de Renfe Operadora, en el madrileño barrio de Villaverde, para decir que sí, que quería encabezar UGT a partir de marzo. 

Fue allí donde, tras pasar por la escuela ferroviaria de Vila García de Arousa con 17 años, como buen hijo de mecánico, se dedicó a reparar los trenes y luchar por los derechos de los trabajadores del centro de trabajo, del que pasó a ser secretario general de la sección sindical de UGT en 1992.

Sólo dos años después, la organización le reclamó para que se dedicara por entero a la labor sindical y a los diez años pasó a gestionar la Federación Estatal de Transportes y Comercio de UGT, que se integró en SMC­UGT en 2014.

En su 'programa' aparecía la necesidad de hacer de UGT una organización más ágil y adaptada a los tiempos, con unas estructuras más delgadas, con una participación superior a la actual. Es tiempo de rearmar el sindicato y prepararlo para un contexto de dificultad e incertidumbre", resumía en la web de su candidatura.

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