Miles marchan contra eventual privatización de los servicios de agua en Perú

Lima, 22 mar.- Miles de personas se manifestaron hoy por las calles de Lima para rechazar la eventual privatización de la empresa estatal de servicios de agua potable y alcantarillado (Sedapal), al considerar que esto aumentará las tarifas.

Durante la protesta, que coincidió con el Día Mundial del Agua, los manifestantes sostenían pancartas que decían "el agua es vida y la vida no se vende", "el pueblo en defensa del agua" y "no a la privatización de Sedapal".

Hace unas semanas, el ministro de Vivienda, Construcción y Saneamiento, René Cornejo, descartó la privatización del agua potable y el alcantarillado e indicó que el Gobierno buscará reforzar los servicios de esa empresa.

Cornejo señaló, incluso, que entre las metas de su sector están concluir un millón de conexiones de saneamiento y 850.000 de agua potable hasta 2016.

Según la Encuesta Nacional de Hogares 2011 del Instituto Nacional de Estadística e Informática (Inei, estatal), en el trimestre de octubre a diciembre el 77,5% de los hogares de Perú se abastecía de agua mediante una red pública.

Un informe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) también indicó que el mayor usuario de agua en Perú es el sector agropecuario, seguido de la población en general y el sector minero.

El abastecimiento de agua en Lima está asegurado hasta fines de 2013 por las reservas de acumuladas en la temporada de lluvias, según el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi).

Como parte de las actividades por el Día Internacional del Agua, el Servicio de Parques de Lima plantó hoy 100 árboles en la ribera del río Rímac y tiene como meta llegar a los 100.000.

Por su parte, el polémico proyecto minero Conga impulsó un serio debate sobre el agua en Perú, el cual originó huelgas en la región noreste de Cajamarca, donde se prevé ejecutarlo y la declaración del estado de emergencia (excepción) en cuatro de sus provincias.

Conga, desarrollada por la minera Yanacocha, la primera explotadora de oro en Sudamérica, tiene una inversión de 4.800 millones de dólares, contempla drenar cuatro lagunas para extraer metales y se encuentra actualmente suspendida hasta que se conozca los resultados del peritaje a su estudio de impacto ambiental.