París, 10 jul.- El ministro de Economía e Industria de Francia, Arnaud Montebourg, esbozó hoy su hoja de ruta para relanzar la economía francesa a través de la inversión en sectores punteros y de la creación de nuevos empleos industriales, que se complementará con el plan de ahorro de 50.000 millones de euros del Gobierno.
"Vamos a ensayar algo distinto a la austeridad europea en todos los países" y "propongo aplicar una regla de tres tercios (...) para la asignación del ahorro del gasto público y del conjunto de esfuerzos presupuestarios que vamos a realizar", declaró Montebourg durante un discurso de una hora pronunciado en sede ministerial.
Ese plan de relance tomará forma de proyecto de ley, será presentado el próximo septiembre y supondrá "una evolución" de la estrategia macroeconómica de Francia para que los "esfuerzos" resulten "más útiles y más productivos".
"No se trata de cuestionar los 50.000 millones de euros de ahorro, sino de utilizarlos bien", resumió Montebourg, abanderado del ala izquierda del gobernante Partido Socialista (PS) que anunció una batería de "34 planes de reconquista" con los que espera crear "480.000 empleos industriales en diez años".
El titular de Economía e Industria quiere que del ahorro anunciado por el Ejecutivo se dedique "una aparte para el saneamiento de las cuentas públicas", una segunda para la bajada de las cotizaciones obligatorias de las empresas y, finalmente, una tercera a una "bajada de la presión fiscal de los hogares".
"Las clases medias ya han pagado la crisis, no pueden ser también quienes paguen los sobrecostes de la salida de la crisis", agregó Montebourg, que adelantó que los hogares recuperarán 6.000 millones de euros de poder adquisitivo a través de medidas como la reducción -negociada- de las tarifas de ciertas profesiones regladas, como notarios o administradores judiciales.
Se dirigió también a los empresarios, a quienes pidió "sentido patriótico creando actividad en Francia", creando empleos e invirtiendo en el "aparato productivo".
En ese apartado dedicado a las inversiones, el ministro apeló al el compromiso de la clase empresarial a cambio del "sacrificio" que realizarán los ciudadanos y señaló algunas acciones clave que prepara el Gobierno, como "poner fin a los monopolios, o a reformarlos y corregirlos".
Destacó también algunas áreas de actividad prioritarias como la inversión en energía hidráulica o sacar a la venta parte del patrimonio nacional para que empresas hoteleras extranjeras, especialmente asiáticas, inviertan en renovar la oferta turística francesa.
Se refirió también a la inversión en nuevas tecnologías y conocimiento, apostando por tabletas concebidas y fabricadas en Francia o plataformas de vídeo y cine pilotadas por operadores franceses de internet, en aras de lo que calificó como "patriotismo económico".
Muy crítico con la política económica de la UE, atacó la negociación del tratado de libre comercio con Estados Unidos, criticó la gestión de la crisis por parte de la Comisión Europea (CE) y subrayó que "la zona euro es el farolillo rojo del crecimiento mundial".
En su línea habitual, Montebourg cargó contra el Banco Central Europeo (BCE) que dirige Mario Draghi, a quien achacó que el euro esté muy alto, por encima de los 1,36 dólares, lo que dificulta las exportaciones europeas.
"Hay que ir más lejos en las políticas monetarias", dijo Montebourg.
"En todos los siglos, Francia ha sabido reinventarse porque es un país imaginativo. Si pudiera añadir una palabra al lema nacional de 'libertad, igualdad y fraternidad' añadiría 'creatividad'", concluyó el ministro galo de Economía e Industria.
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