Madrid, 27 jun.- El escritor Antonio Muñoz Molina ha advertido hoy en el marco de una jornada sobre la propiedad intelectual que la libertad y la democracia son privilegios "caros" para los ciudadanos y deben ser ellos los que decidan si quieren o no aportar lo necesario para poder seguir disfrutándolos.
"Si una persona quiere disfrutar de un libro, que reconozca que tiene que colaborar al mantenimiento de la estructura que hace eso posible, porque eso no es gratis, a pesar de que nadie en los últimos 35 años haya explicado que los privilegios de que disfruta un ciudadano en la democracia son caros", ha dicho.
La jornada, organizada por el Centro de Estudios Garrigues, contó además con la participación del asesor del primer ministro británico en materia de propiedad intelectual y profesor universitario, Ian Hargreaves; la consejera delegada de Random House Mondadori, Nuria Cabut; y el responsable de BRB Internacional, Carlos Biern.
En opinión del Premio Príncipe de Asturias de las Letras, "la calidad del debate político en España es muy baja, y la cultura de la gratuidad no sólo se aplica a los espectáculos y a las copias de las cosas", sino que cuestiona también "el coste de un servicio sanitario como el que tenemos".
"Quién tiene conciencia de que es muy bueno y muy caro, y que si lo queremos, tenemos que sostenerlo nosotros", se ha preguntado Muñoz Molina (Úbeda, Jaén, 1956).
"Porque puede que no queramos tener ni una policía como la que tenemos, ni una Guardia Civil (...). Hemos de ser conscientes de que la libertad es cara, y cada uno debe pagar justamente. La sociedad debe decidir si paga o no, porque, (...) si no lo pagan los beneficiarios, probablemente (esos servicios) dejarán de existir", ha advertido.
Muñoz Molina, que desde el comienzo del encuentro insistió en distinguir el debate de los problemas tecnológicos y los puramente intelectuales -"la tecnología será aquello que hagamos de ella", ha reiterado-, aseguró que la defensa de los derechos de los autores es una cuestión "jurídica, política y cultural" que precisa "leyes sencillas que se puedan cumplir".
"Durante muchos años, la clase política española ha promovido una presunta cultura gratuita. Han acostumbrado a la gente al derecho a asistir a un concierto por la benevolencia de un alcalde, que nos trae a Shakira al pueblo, porque es un tío estupendo -ha ironizado- y ahora (...) nos preguntamos si harán leyes y se cumplirán y si los trabajos intelectuales tendrán la misma protección que los otros".
El escritor apoyó sus palabras con citas a Cervantes y anécdotas propias con las que ironizó sobre la costumbre "española" de despreciar la cultura y a los intelectuales.
"Es una larga tradición española primar el privilegio por encima del mérito", un concepto, ha afirmado, que subyace en el debate actual sobre la nota media precisa para ser merecedor de una beca. "El saber es sospechoso", ha dicho el autor de "Beatus Ille" e "Invierno en Lisboa", que fuera el miembro más joven en ingresar en la Real Academia Española, en 1995, con 39 años.
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