Nadie puede ocultar que N+1, como todo el sector de la inversión, ha vivido un más que complejo año 2009, marcado po el parón de la actividad de capital riesgo, la huida de las grandes fortunas y la caída del negocio de fusiones y adquisiciones. Sin embargo, el grupo ha conseguido incrementar un 12% su beneficio, hasta alcanzar los 20 millones de euros.
La cifra de ingresos, no obstante, ha caído un 8%, hasta situarse en 50,9 millones de euros. De esta cifra, el 52% corresponde a la actividad de gestión de activos y el 48% restante, a operaciones de banca de inversión.
El presidente de N+1, Santiago Eguidazu, destaca que estos resultados demuestran "el respaldo, tanto del mercado como de los clientes, a la estrategia adoptada el año pasado", que supuso concentrarse en aquello en lo que la firma es especialista: la gestión de inversiones directas de alto valor añadido y el asesoramiento corporativo.
En concreto, desde la compañía se destaca los resultados conseguidos por la división de corporate finance y su apuesta por la gestión de activos directos, mediante el lanzamiento del fondo Alpina II -segundo vehículo de inversión especializado en el mercado inmobiliario alemán-, además del cierre con éxito de una ampliación de capital de 40 millones de euros en Dinamia.
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