Nadal dice que no haber hecho la reforma eléctrica hubiera sido “una catástrofe económica para el país”

El secretario de Estado de Energía, Alberto Nadal, afirmó este martes que no haber acometido una reforma del sistema eléctrico hubiera sido “una catástrofe económica para el país”, pues hubiera significado tener que aumentar en un 42% el recibo de la luz en plena crisis económica para cubrir el déficit de tarifa.
En un acto organizado por el diario ‘Expansión’, el secretario de Estado indicó que “se puede discrepar de la reforma pero no de su necesidad” al subsistir entre 5.000 y 6.000 millones de euros de déficit eléctrico “aún tras las reformas de 2012”.
Según Nadal, el déficit de tarifa “había que ajustarlo” y que “evitar que volviera a ocurrir”. Las previsiones del Ministerio de Industria apuntan que 2014 será el primer año sin déficit de tarifario desde el año 2000.
Así pues, el nuevo sistema eléctrico contempla una modificación en la prima a las energías renovables que dejan de primar la producción energética a favor de primar la inversión inicial para que “el sistema se beneficie de precios bajos porque existe ese recurso eólico o ese recurso solar”.
Nadal destacó que la reforma española del sector eléctrico es muy parecida a la que plantea la Unión Europea en sus nuevas directrices para las energías renovables y que la reforma plantea una “rentabilidad razonable por proyecto” para sectores como las energías renovables y la cogeneración .
Según afirmó el secretario de Estado, la reforma permitirá que el sector de las energías renovables vaya creciendo a medida que este se vaya acercando al precio de las energías convencionales, y a corto plazo no se necesitarán más primas a la producción ya que “estamos muy cerca de este punto”. Así el mercado energético español lo conformará un mix abierto en el que el precio variable de los combustibles vaya variando el peso relativo de cada sector.
No obstante, uno de los proyectos que el secretario de Estado destacó como importantes para el futuro energético de España y de la Unión Europea fue el de las interconexiones ya que estas “permiten distribuir el riesgo de producción de renovables en toda Europa y se podría aprovechar el potencial energético solar del norte de África”.
En este sentido, la postura española es que la interconexión mínima entre estados miembros alcance el 10% de la capacidad total instalada.