Negociación colectiva. El gobierno defiende que es la reforma "más atrevida y profunda" en materia de flexibilidad interna


El ministro de Trabajo e Inmigración, Valeriano Gómez, afirmó este jueves que la reforma de la negociación colectiva que aprobará el Consejo de Ministros es la "más atrevida y profunda" en el ámbito de la flexibilidad interna de las empresas.
En rueda de prensa tras reunirse con las organizaciones sindicales, Gómez mostró su "rechazo" a la "visión" de que la reforma "no atiende suficientemente a la flexibilidad interna", como critica la patronal CEOE.
Al contrario, aseguró que es la que más ha avanzado en esta materia y añadió que, además, no desproteje a los trabajadores.
Gómez recordó que entre la reforma laboral y la de la negociación colectiva, el Ejecutivo ha introducido tres elementos nuevos de flexibilidad, como son el descuelgue salarial, la modificación sustancial de las condiciones de los convenios y el hecho de que el convenio de empresa prevalezca sobre los acuerdos sectoriales provinciales.
En este último caso, la reforma elaborada por el Gobierno busca que cada vez haya menos convenios provinciales, y más de empresa y sectoriales estatales y autonómicos.
LLAMAMIENTO A LA NEGOCIACIÓN
No obstante, el ministro hizo un llamamiento a los agentes sociales para que sigan negociando en esta materia y aseguró que, si llegan a algún acuerdo antes de que termine el trámite parlamentario de la norma, lo incluirán en la reforma vía enmienda.
Entre estas materias en las que podrían seguir negociando los agentes sociales, el ministro subrayó la posibilidad de que acuerden un "buen mecanismo de mediación y arbitraje" que permitiría lograr "grandes avances" en la reforma.
Así, aseguró que "si continúa el diálogo" entre sindicatos y empresarios es "perfectamente posible" que la reforma sea "eficiente y eficaz".
En este sentido, el ministro admitió que el hecho de que la reforma funcione "depende de su desarrollo", es decir, de la aplicación que hagan las empresas y los sindicatos.
Por otro lado, defendió que es "normal" que los empresarios critiquen que la reforma se escora hacia los sindicatos, y que los representantes de los trabajadores lamenten las medidas que mejoran la flexibilidad de las empresas.
Entre las materias que necesitarían un acuerdo interconfederal entre sindicatos y empresarios para su plena eficacia estaría la implantación de mecanismos de arbitraje que decidan los casos de falta de acuerdo entre las partes, tanto para la renovación del convenio como en los casos de moficiación sustancial de las condiciones del mismo.
En este sentido, Gómez señaló que la reforma establecerá que la introducción de estos mecanismos será un "contenido mínimo" de los convenios, por lo que espera que, "en relativamente poco tiempo", ésta sea una claúsula que aparezca en la mayoría de los convenios.
CAMBIAR EL BORRADOR
El ministro se mostró dispuesto a modificar el borrador de la reforma entregado a los grupos parlamentarios y a los agentes sociales antes de su aprobación este viernes en Consejo de Ministros. Apuntó que "estamos en plena recepción de las propuestas" de las distintas partes.
Una de las materias en las que es previsible que el Ejecutivo modifique el borrador es en el tiempo que se da para la negociación de los convenios. El borrador establece 20 meses, mientras que el ministro apuntó que "quizás sea mejor un tipo de periodo en horquilla", en función de la duración del convenio, que varíe entre los 12 y los 18 meses.
Sin embargo, agregó que no tiene previsto modificar el porcentaje de la jornada laboral que se puede destribuir de forma irregular. El borrador establece un 5% y el ministro apuntó que, "como es un mínimo, nuestra idea es no alterarlo".
En cuanto a las reuniones que ha mantenido con los grupos parlamentarios para conocer su opinión sobre la reforma, el ministro afirmó que tiene una "percepción positiva" y subrayó que la "voluntad de colaboración" de los partidos políticos.
Así, aseguró que el Gobierno estará "abierto" a introducir modificaciones a la reforma, aunque advirtió de que no aceptará reformas en la ultraactividad de los convenios que puedan desproteger a los trabajadores.
En relación con el fracaso de la negociación para la reforma entre los agentes sociales, recordó que el Gobierno "prefería un acuerdo" y que no le importaban las fechas si al final se lograba el consenso.
Sin embargo, apuntó que el Ejecutivo "ha esperado tres meses más de lo establecido y el acuerdo no se ha producido", por lo que, "como haría cualquier Gobierno", se ve obligado a legislar.
"Quiero agradecer el esfuerzo de sindicatos y empresarios, aunque haya sido sin éxito", dijo Gómez, quien, no obstante, añadió que el Gobierno "ya dijo que legislaría, y mañana habrá la aprobación de un decreto ley que reformará la negociación colectiva en España".

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