"Me parece más difícil que los años precedentes, hay muchos cambios en la adherencia, lloverá, todo el fin de semana, va a ser un buen 'RAC' (como se ha denominado siempre a este rally), vamos a patinar en el barro", bromeaba Ogier el miércoles por la tarde. El campeón reconoció asimismo "haber estado quizá un poco relajado en Cataluña", sobre todo cuando sufrió un choque en la última especial, lo que permitió a su compañero noruego de equipo Andreas Mikkelsen ganar por primera vez una carrera del campeonato del mundo.
Volkswagen ya se ha asegurado el título de constructores por lo que va a permitir a Ogier disputar el triunfo, como es habitual, contra sus compañeros en la escudería alemana Mikkelsen y especialmente el finlandés Jari-Matti Latvala.
El finlandés (2011-2012) y el francés (2013-2014) ya han ganado dos veces en los bosques de Gales, mientras que una tercera victoria sería memorable porque les permitiría igualar a Sebastien Loeb, quien sigue siendo la referencia absoluta del campeonato del mundo de rallies.
Una nueva victoria de Volkswagen, más que probable, completaría también el indiscutible dominio de la marca alemana desde 2013: en 38 rallies, los pilotos de los Polo-R han sumado 33 victorias y 65 podios en 38 rallies. También han firmado 68 "scratch" (mejores tiempos) en 698 pruebas especiales, por lo que la 700 podría llegar este viernes por la mañana en Gales.
Para evitar que VW consiga el domingo su duodécima victoria en 13 rallies, como ocurrió en 2014, Neuville y Meeke, entre otros, deberán ofrecer su mejor versión. Además está en juego la 2ª posición del campeonato de constructores, que disputarán Citroën y Hyundai, un título honorífico de subcampeón del mundo ante la invencible armada alemana.
El norirlandés Meeke corre casi en casa. Con 36 años, se impuso este año en Argentina y espera un RAC complicado: "Es difícil predecir cómo se desarrollarán las especiales, porque los trazados han cambiado respecto al año pasado. Será un buen desafío, si un VW falla habrá que aprovechar la ocasión".
Otra ventaja para él será que "adora pilotar en la oscuridad", lo que ocurrirá el sábado a última hora del día en dos tramos especiales.
El belga Neuville, al que le resta un año de contrato con Hyundai, buscará realizar un buen papel para suscitar el interés de otras escuderías por las que abandonaría con gusto a la japonesa Hyundai.
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