Nueva Rumasa se ha adaptado a la norma incluida en los Pactos de Zurbano, que le obliga a comercializar sus pagarés a través de una empresa de servicios de inversión, tras haber llegado a un acuerdo con Gestión de Patrimonios Mobiliarios (GPM).
Esta agencia de valores se ha hecho con el contrato de intermediación de las próximas emisiones que realicen las diferentes empresas participadas del Grupo Nueva Rumasa. La fórmula que está utilizando José María Ruiz-Mateos para volver a levantar su imperio son unos págares a varios años, con una rentabilidad pactada, que publicita a través de su página web y de los medios de comunicación, y que van dirigidos al público en general.
Debido a la nueva normativa, este tipo de emisiones, si se dirigen al público general, deben contar con una entidad autorizada para prestar servicios de inversión. Además, en breve, la publicidad de estos productos también deberá someterse a las exigencias de la CNMV.
El Ministerio de Economía ha concido al supervisor de la bolsa el poder de vetar la publicidad de estos productos y de poder incluir mensajes. A través de una Orden Ministerial ya ha pasado el proceso de audiencia y, actualmente, se encuentra en el Consejo de Estado, de forma que dentro de un mes podría adoptar carta de naturaleza. A partir de ese momento, la CNMV empezará a desarrollar la circular que someterá a su dictamen la publicidad de todos los servicios y productos de inversión.
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