Éramos pocos... han debido pensar las grandes petroleras que ven como el precio del barril no consigue estabilizarse por encima de la barrera de 30 dólares y ahora el presidente de los Estados Unidos quiere ponerles un nuevo impuesto. Diez dólares por barril, esa es la tarifa que Barack Obama quiere imponer al precio del barril de crudo para destinar a un transporte más seguro y así apoyar la lucha contra el cambio climático.
Habrá que esperar hasta el martes para que el presidente de los Estados Unidos presente su proyecto oficial de su presupuesto final al Congreso, quien tendrá que aprobarlo para que este vea la luz. Sin embargo, las esperanzas de que esto ocurra son muy pocas. Se prevé que este impuesto sea rechazado por los republicanos, los cuales controlan el Congreso, se opongan a esta nueva tarifa y, por consiguiente, también a las políticas energéticas de Obama.
No obstante, la Casa Blanca es positiva y cree que por lo menos la decisión de Obama servirá para lanzar un debate público al que habrá que enfrentarse.Los alegatos de Washington
La Casa Blanca aseguró que el impuesto proporcionaría solvencia a largo plazo para el fondo carretero. El costo añadido a la gasolina crearía un incentivo claro para el sector privado para reducir la dependencia de la nación en el petróleo y dirigir las inversiones a tecnologías de energía más limpia.
"Al implantar una tarifa sobre el petróleo, el plan del Presidente crea un claro incentivo para fomentar la innovación del sector privado y reducir nuestra dependencia del petróleo y, al mismo tiempo, invertir en tecnologías de energía limpia que alimenten nuestro futuro", explicó la Casa Blanca en un comunicado.
No piensan lo mismo en el lado republicano. No obstante, el presidente tiene previsto promover sus políticas entre los posibles candidatos a la Casa Blanca por el lado demócrata.Los republicanos dispuestos a dar carpetazo al asunto
El presidente de la cámara baja, Paul Ryan, calificó al plan "sin posibilidades de éxito" y como "una distracción en un año electoral". "El presidente debería estar proponiendo políticas para el crecimiento de nuestra economía en lugar de sacrificarla para aplacar a los ambientalistas", dijo el republicano de Wisconsin en un comunicado.
Asimismo, el Instituto Estadounidense del Petróleo proyectó que el gravamen incrementaría el costo de la gasolina 25 centavos de dólar por galón. "En un momento en que las compañías petroleras están atravesando la mayor crisis financiera en más de 25 años, tiene poco sentido incrementar los costos para la industria", añadió Neal Kirby, un portavoz de la Asociación Petrolera Estadounidense. "Este no es un simple impuesto para las empresas petroleras, es un impuesto sobre los consumidores estadounidenses que actualmente se benefician de bajos costos en la calefacción del hogar y el transporte".
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