Ontiveros confía en que BCE compre al menos 500.000 millones en deuda pública

  • El presidente de Analistas Financieros Internacionales (AFI), Emilio Ontiveros, ha confiado hoy en que el Banco Central Europeo (BCE) anuncie mañana un programa de compra de deuda soberana de al menos 500.000 millones de euros para luchar contra la deflación en la zona del euro y fomentar el crecimiento.

Madrid, 21 ene.- El presidente de Analistas Financieros Internacionales (AFI), Emilio Ontiveros, ha confiado hoy en que el Banco Central Europeo (BCE) anuncie mañana un programa de compra de deuda soberana de al menos 500.000 millones de euros para luchar contra la deflación en la zona del euro y fomentar el crecimiento.

Durante su intervención en las jornadas "Perspectivas del Seguro y de la Economía para 2015", organizadas por Investigación Cooperativa entre Entidades Aseguradoras y Fondos de Pensiones (ICEA), el economista dijo que espera que el BCE no defraude mañana al mercado y que explique claramente cuánta deuda va a comprar y qué tipo de títulos, pues si no lo hiciera, los mercados podrían caer.

Para este experto, lo deseable sería que el BCE anunciase un programa de adquisición del citado importe, "que serían unos 35 ó 40.000 millones todos los meses" hasta que la inflación roce el 2 %, que es el nivel que quiere alcanzar la zona euro.

En cuanto a la forma de llevar a cabo dicho programa, Ontiveros cree que el BCE preferirá que sea cada uno de los bancos centrales nacionales los encargados de comprar la deuda de forma proporcional al peso que tengan en el Eurosistema, lo que significa que a España le tocaría hacerse con unos 60.000 millones.

De esta forma, explicó, el BCE se ahorraría afrontar los riesgos que supondría una quiebra eventual de alguno de esos países, que es justo lo que quiere Alemania, y creo que eso "no es bueno", dijo.

"Confío -dijo Ontiveros, que insistió con buen humor en que se trata de un deseo y no de un pronóstico- en que el programa sea cuantitativamente aceptable y transmita claramente el mensaje de que el BCE hará todo lo que esté en su mano para evitar que la deflación se instale en Europa".

En cuanto a las previsiones de crecimiento, aseguró que este año la economía española avanzará en torno al 2 % y confirmará de esta forma la tímida recuperación que se empezó a notar en 2014.

Y si hay estímulos monetarios en Europa, las exportaciones aumentarán, por lo que la economía podría crecer más del 2 %.

Por su parte, las importaciones crecerán menos, porque España se ahorrará unos 15.000 millones de euros por la caída del precio del crudo, aunque existe el riesgo de que ese ahorro no se borre por el encarecimiento del dólar frente al euro, lo que de momento no está ocurriendo.

Sin embargo, el desempleo continuará en España en unos niveles de en torno al 20 % pese a que se creará empleo de forma significativa, aunque no todo será de la misma calidad.

En cuanto a los factores de riesgo para la economía española, se destacó la inestabilidad geopolítica en Rusia, las elecciones griegas del domingo y en España, las elecciones generales (de resultados inciertos) y las catalanas.

También alertó sobre el surgimiento en España de "iniciativas imaginativas" que sugieran "el olvido de la deuda", pues la deuda hay que pagarla, pero para ello hay que crecer, sin crecimiento no se pagan las deudas y las elecciones en Cataluña pueden perturbar el equilibrio español, dijo.

La zona euro será la que frene la recuperación, con una combinación entre bajo crecimiento y desinflación, "aunque no habrá deflación".

La zona euro "necesita estímulos ya, porque corremos el riesgo de 'japonizarnos'", dijo Ontiveros

Esta será la zona más débil en 2015, con un crecimiento del 0,9 % frente al 3,5 % de Estados Unidos y al 2,3 % de las economías avanzadas. El paro en zona euro estará en el 11,1 % frente al 5,9 % de EEUU y el 7,1 % de las economías avanzadas.

Hemos avanzado bastante pero la normalización financiera no es absoluta, las empresas medianas francesas y alemanas afrontan costes financieros significativamente menores que las españolas o italianas, eso no es propio de una unión monetaria, explicó.

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