Oportunidad

Raimundo Díaz

Madrid, 27 ago.- La Bolsa española ha acabado con cuatro semanas seguidas de pérdidas al avanzar esta el 0,54 por ciento, aunque concluyó sin que la Reserva Federal -banco central estadounidense- desvelara si girará la manivela del dinero para estimular la mayor economía del mundo.

Las plazas internacionales lograron mejor resultado semanal: Wall Street ganaba alrededor del 4 por ciento; París, con nuevos recortes presupuestario e impuestos, el 2,34 por ciento; Londres, el 1,77 por ciento; Milán, el 1,35 por ciento; Fráncfort, el 1,05 por ciento, y Tokio, esforzada en detener la subida del yen, el 0,9 por ciento.

Pese a que el presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, dudaba sobre la solidez y del estado de la economía estadounidense y de que pospuso un mes la aplicación de nuevos fondos para animarla, tocaba enderezar algunas cotizaciones después de un período tan largo a la baja y asomaron tímidamente las compras.

Con la excusa de la entrada de los rebeldes a Muamar al Gadafi en Trípoli se animaron al comienzo de la semana los precios de las empresas del sector energético, sostenedoras fundamentales del avance bursátil.

Otros oportunos factores que facilitaron la subida semanal los encontramos en los datos de producción industrial China y los adelantados de agosto de actividad manufacturera y del sector servicios en la zona euro, que muestran una mejora o freno en el deterioro respecto a meses precedentes.

De Alemania, pese al empeoramiento de la confianza empresarial e inversora -índices IFO y ZEW- en su economía, también llegaron nuevas esperanzadoras, como el mantenimiento para este año de las previsiones de crecimiento de su PIB, el 3 por ciento, por el Bundesbank.

En Estados Unidos, el PIB bajaba tres décimas respecto al dato previo, hasta el 1 por ciento, pero mejoraba el componente de consumo, mientras que caían levemente las ventas de viviendas nuevas y aumentaban ligeramente las peticiones de subsidios de paro.

Como aspectos contrarios a la "suerte" de estos datos destacaron el acoso de los inversores a Grecia -el rendimiento de su deuda se aproximó al 18 por ciento- al insistir Finlandia, y algunas voces en Alemania, en exigir garantías adicionales para participar en el segundo tramo del rescate griego.

Las dudas sobre la banca estadounidense por las necesidades de capital de Bank Of America, solventadas con la entrada en su accionariado del millonario Warren Buffet previo desembolso de 5.000 millones, penalizaban al sector financiero.

En cuanto a la evolución de los principales valores del mercado, las empresas integrantes del índice IBEX 35, compuesto provisionalmente por treinta y cuatro, subieron veintidós y bajaron doce.

La mayor subida correspondió a Amadeus, el 10,24 por ciento, animada por el aumento de turistas en España en julio y por los datos hoteleros.

El segundo puesto correspondió a OHL, que avanzó el 4,87 por ciento, después de ser objeto de una recomendación por una firma de inversión, en tanto que Abengoa, con nuevos contratos en América, subió el 3,44 por ciento.

IAG lideró las pérdidas con una caída del 3,59 por ciento mientras veía subir el petróleo Brent hasta 111 dólares a pesar de la situación en Libia, en tanto que Mediaset bajó el 3,57 por ciento, y Acerinox, el 3,51 por ciento.

Respecto a las grandes compañías, subieron Repsol, el 2,16 por ciento; Iberdrola, el 1,11 por ciento, y Telefónica, el 1,03 por ciento, mientras que bajaron Banco Santander, el 1,3 por ciento, y BBVA, el 1,19 por ciento.

La próxima semana, en la que el IBEX partirá de 8.185,50 puntos, los inversores estarán pendientes de la publicación de los datos de paro estadounidenses de agosto, así como del PIB alemán del segundo trimestre y de las estadísticas de actividad industrial de este mes en diversos países europeos y en Estados Unidos.