Pakistán anuncia que se "acelerará" el proyecto de gasoducto desde Irán

  • Los Gobiernos de Pakistán e Irán han decidido "acelerar" el proyecto de gasoducto que debe unir ambos países tras una reunión de los respectivos ministros de Petróleo, informó hoy el Ejecutivo paquistaní mediante un comunicado.

Islamabad, 10 dic.- Los Gobiernos de Pakistán e Irán han decidido "acelerar" el proyecto de gasoducto que debe unir ambos países tras una reunión de los respectivos ministros de Petróleo, informó hoy el Ejecutivo paquistaní mediante un comunicado.

Los titulares del ramo de Pakistán, Shahid Khaqan Abbasi, y de Irán, Bijan Namdar Zangane, se encontraron ayer en Teherán para abordar el futuro del gasoducto, de unos 1.700 kilómetros y valorado en cerca de 1.300 millones de dólares.

Ambos socios han decidido "poner en marcha una hoja de ruta para afrontar los retos y tener una coordinación efectiva", según la nota de la diplomacia paquistaní, la cual añade que en breve habrá una reunión de carácter técnico "para acelerar los trabajos" de la obra.

La construcción del gasoducto, cuyo tramo iraní (900 kilómetros) está casi acabado, está apenas iniciada en Pakistán, a pesar de que las obras del tramo paquistaní fueron inauguradas con gran pompa el pasado marzo en la frontera común.

A las dificultades financieras de Pakistán, que se encuentra sumido en una grave crisis económica, se añade el importante obstáculo de las sanciones internacionales que pesan sobre Irán a cuenta de su programa de enriquecimiento nuclear.

El acuerdo de hace dos semanas entre Teherán y los países del Grupo 5+1 (Rusia, EEUU, China, Reino Unido, Francia y Alemania) da alguna esperanza a un proyecto que hace poco parecía casi muerto, hasta el punto de haberse calificado como "sueñoducto" en Pakistán.

El reciente pacto no prevé el levantamiento de todas las sanciones, en especial las que pesan sobre el comercio de hidrocarburos del país persa, pero abre la puerta a nuevas medidas que a medio plazo hagan viable la conexión entre Irán y Pakistán.

La entrada en funcionamiento del gasoducto fue anunciada por ambos países para diciembre de 2014, y permitirá la exportación diaria de 21,5 millones de metros cúbicos de gas natural iraní a Pakistán, según datos oficiales.

El proyecto sigue contando con la oposición frontal de la Casa Blanca, poco partidaria de relajar la presión sobre Teherán a pesar del cambio en la Presidencia iraní y la llegada de Hasán Rohaní, de talante más negociador que su antecesor, Mahmud Ahmadineyad.

De concretarse, el gasoducto supondría para Irán una interesante salida alternativa de sus hidrocarburos hacia el Mar de Arabia y eventualmente hacia el sur de Asia, mientras que para Pakistán sería un alivio para su profunda y endémica escasez energética.

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