España parte como la gran favorita para salir airosa de la gran tormenta del mercado

  • Entre hoy y mañana, España, Portugal e Italia emitirán deuda para captar 11.000 millones. El resultado final de las subastas demostrará cuál es el verdadero estado de salud del euro y de la periferia europea, puesta en tela de juicio desde hace casi un año. Sin embargo, los expertos son optimistas con España: creen que será la que salga mejor parada de las turbulencias.
Ana P. Alarcos
Ana P. Alarcos

Portugal da hoy el pistoletazo de salida a las subastas de bonos de los países periféricos en 2011, y lo hace en medio de una oleada de rumores que apuntan a su casi inminente rescate económico.

Además de la amenaza de que quiebre el país, esta colocación es muy importante porque sus resultados salpicarán directamente a las subastas de mañana de España e Italia, que acudirán a los mercados para buscar financiación por valor de 9.000 millones.

Sin embargo, los analistas vaticinan que nuestro país será el que saldrá mejor parado en esta nueva prueba de fuego de la Europa periférica. Para empezar, porque el Tesoro Público va a emitir bonos a cinco años, algo que los expertos consideran una ventaja.

"Me inquieta más la colocación de los bonos a 9 años de Portugal y la de bonos a 15 años de Italia que la de bonos a 5 años de España, porque emitir a largo plazo conlleva un mayor riesgo de impago", comenta José Luis Martínez Campuzano, estratega de Citibank en España, porque la incertidumbre crece cuando los plazos son mayores.

De hecho, los expertos creen que al Estado no le costará demasiado trabajo colocar la cantidad de bonos prevista (entre 2.000 y 3.000 millones), aunque sí esperan que aumente el tipo de interés que tendrá que pagar respecto a la anterior subasta a cinco años, celebrada en noviembre. Una consecuencia lógica del fuerte nerviosismo que invade a los inversores.

Otro de los puntos a favor de España es que China ya comunicó la semana pasada sus intenciones de seguir adquiriendo nuestra deuda pública, algo que no ha asegurado en los casos de Italia y Portugal. "La postura del país asiático, aunque tenga intereses detrás, es una ayuda más que tiene el Estado, lo que debería aportar algo de tranquilidad", explica Natalia Aguirre, directora de análisis de Renta 4. 

Además, no podemos olvidar que Portugal es, actualmente, el blanco de las dudas de los mercados. Los rumores que apuntan a que el país tendrá que ser rescatado se han disparado en los últimos días, hasta el punto de que tres cuartas partes de los analistas dan por supuesto que su economía será intervenida, como ocurrió con Grecia e Irlanda.

Sin embargo, el Gobierno luso, que tiene en mente las elecciones presidenciales del día 23 de enero, insiste en afirmar que el estado no necesita ayudas internacionales.

Pero Italia, que mañana prevé captar hasta 6.000 millones en bonos a cinco y quince años, tampoco está mucho mejor. A pesar de que las dudas sobre el país periférico existen desde hace tiempo, se han ampliado en las últimas semanas.

Según datos de mercado, la rentabilidad de los bonos italianos a cinco años se han disparado más de un 16% desde mediados de noviembre, mientras que el interés de los bonos a quince años se ha elevado casi un 9%.

Estas cifras, incluso, podrían crecer el jueves, después de la mala experiencia que vivió ayer el país transalpino en el mercado, cuando colocó 7.000 millones pagando el interés más elevado de los últimos dos años. Y eso que emitió letras a doce meses, el tipo de deuda que los expertos consideran menos arriesgada, y, por ello, más fácil de adjudicar. 

Además, la noticia coincidió con la buena colocación protagonizada por el Estado griego, que ayer adjudicó más letras a seis meses de lo que tenía previsto pagando sólo un 1,66% más de intereses. De ahí que los inversores recelen del país transalpino, cuyas cifras parecen no convencer al mercado.

En cambio, a pesar de que España cuenta con cierta ventaja respecto a sus vecinos, aún no puede lanzar las campanas al vuelo: el nerviosismo del mercado podría pasarle una factura cara. En palabras de Manuel Romera, director de servicios financieros de IE Business School, "la inestabilidad del mercado no beneficia a nadie: ni al que emite, ni al que compra".

Prueba de ello es que, según los datos de Bloomberg, la rentabilidad de los bonos españoles a cinco años de ayer supera en más de un 1 punto a la que marcaron en noviembre, cuando se celebró la anterior subasta a cinco años. Si dicha rentabilidad se mantiene en los mismos niveles de ayer, cerca del 4,7%, al Tesoro le podría costar hasta un 30% más que hace dos meses vender ahora deuda pública.

Para evitarlo, nuestro país necesita que Portugal supere hoy su prueba. Es decir, que el interés que le pidan los inversores esté cerca del que calcula el mercado: el 4,6%, en el caso de los bonos a 3 años, y el 6,5% en el de 9 años, y que la demanda sea elevada. "La clave está en que el estado luso no se vea obligado a pagar demasiado por vender su deuda", concluye Jorge Lage, analista de CM Capital Markets.

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