Pasajeros y compañías aéreas, en pie de guerra por culpa de la nube de ceniza volcánica

  • La nube de ceniza volcánica promete alterar el tráfico aéreo en los próximos meses. Mientras las compañías señalan que el problema es de fuerza mayor y piden ayudas públicas para atajarlo, las organizaciones de consumidores animan a los usuarios a pedir reclamaciones por retrasos o cancelaciones.
Markus Steen

La erupción sin descanso del volcán islandés amenaza de nuevo el espacio aéreo europeo con el consiguiente perjuicio para los pasajeros. Lo peor no ha llegado aún porque expertos advierten de que nos espera un verano pasado por ceniza volcánica, y los usuarios se comen las uñas a la espera de que un cambio en la orientación del viento no atraiga la nube y acabe con sus planes de viaje.

En el caso de que así sea existen unos derechos amparados por el reglamento 261/2004 de la Unión Europea (PDF) para aquellos vuelos con origen o destino intra-continental. Como señala Enrique Piñero, del gabinete jurídico de la organización de consumidores FACUA, las compañías aéreas “están en la obligación de dar suficiente comida y bebida y hacerse cargo de los costes de alojamiento” en el caso de que se produzca un retraso por fuerza mayor.

Además, si se cancela definitivamente el vuelo, los pasajeros deberán recibir el importe íntegro del billete, incluidos suplementos, tasas y recargos. Lo que no pueden exigir es el abono de las compensaciones de entre 125 y 600 euros.

FACUA recomienda a los pasajeros reclamar “de forma inmediata” en la ventanilla de la compañía, si existe en el aeropuerto, o enviar una carta con acuse de recibo al domicilio fiscal de la empresa. Lo importante, como indica Piñero, “es conseguir un sello o un acuse de recibo para que la reclamación sea fehaciente”.

Sin embargo, algunas compañías se resisten a cumplir con sus obligaciones. La autoridad de aviación civil de Italia, ENAC, decidió multar a Ryanair con tres millones de euros por no ayudar a los pasajeros que se quedaron en tierra entre el 17 y el 22 de abril, cuando muchas aerolíneas cancelaron cientos de vuelos por culpa de la ceniza volcánica.

Además, ante las previsibles pérdidas que las cancelaciones pueden ocasionar en el sector, la Asociación Europea de Aerolíneas (AEA) ha cuestionado la actual normativa de ayuda a pasajeros y ha solicitado un fondo europeo para que los gastos de alojamiento y avituallamiento se paguen con dinero público. Para la AEA los pasajeros de aerolíneas se benefician de "un paquete de derechos extraordinario" y "más generoso que en otros modos de transporte", señaló su secretario general Ulrich Schulte-Strathaus.

Sólo en España, las compañías aéreas perdieron entre 41 y 45 millones de euros por la nube de ceniza entre los días 15 y 21 de abril.

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