Pax en Sacyr: Del Rivero consigue que todo el núcleo duro suscriba la ampliación

  • Las tensiones han quedado atrás y todos los miembros del consejo de administración de Sacyr, con Abelló y las maltrechas cajas de ahorros incluídas, han acordado acudir a la ampliación de capital que llevará a cabo la compañía. Además, nuevos accionistas entrarán en la constructora.
Ruth Ugalde

Todos a una. Es el nuevo grito de guerra del consejo de administración de Sacyr-Vallehermoso, que, tras las tensiones vividas en los últimos años, ha decidido acudir en grupo a la ampliación de capital por importe de 400 millones que ha aprobado la constructora.

Este consenso permite prácticamente garantizar el éxito de la operación. Además, para evitarse disgustos, la compañía se ha granjeado el apoyo de otros accionistas, lo que significa que el 82% de la ampliación está ya comprometida.

Ésta se llevará a cabo a un precio de 4,5 euros, un 6,5% más del precio al que cerró ayer en bolsa. Aunque la compañía no ha querido desvelar el nombre de los nuevos inversores, éstos se harán con el 8% de las nuevas acciones, que les concedería el derecho a tener varios puestos del consejo.

El máximo órgano de administración, por su parte, suscribirá el 70% de la ampliación, que es el porcentaje que controlan actualmente de la compañía, mientras que pequeños inversores afines al núcleo duro completan este acuerdo.

Esto significa que Caixanova, Unicaja, Caja Murcia y Caja Ávila, que controlan el 12,1% de la constructora a través de la sociedad Participaciones Agrupadas, junto a Caixa Galicia, que posee otro 2,99%, desembolsarán en torno a 60 millones, a pesar de las reticencias que, según algunas fuentes, había puesto el Banco de España a que estas entidades, que ha pedido ayuda al FROB, financien negocios privados.

Juan Abelló, que en el pasado ha tenido discrepancias con el presidente de Sacyr, Luis del Rivero, destinará 40 millones de euros a cubrir la parte propocional que le corresponde por su participación. Junto a él, Demetrio Carceller, dueño del 6%, deberá poner sobre la mesa otros 24 millones.

Pero los accionistas individuales que mayor desembolso llevarán a cabo serán Luis del Rivero y José Manuel Loureda, dueños del 13,7% y el 13,4%, lo que les exigirá una aportación de 54 millones a cada uno.

Manuel Marique, titular del 7,65%, acudirá a la ampliación con algo más de 30 millones; mientras que Juan Miguel Sanjuan Jover aportará 14 millones por su 3,53% del capital.

Giro de 180 grados

Con esta operación, Sacyr no sólo recupera la paz accionarial, sino que refuerza los fondos propios y consolida su salud financiera de cara a la refinanciación del crédito de 5.500 millones que solicitó para adquirir el 20% de Repsol.

Éste caduda el próximo año, pero la constructora tiene la posibilidad de aplazarlo un año. Carta que quiere con las mayores bazas posibles, quizás, con la vista puesta a acomodar también las condiciones, y no sólo activar la prórroga.

Entre otros motivos, porque la realidad de Sacyr ha dado un giro de 180 grados en los últimos dos años. Tras cerrar la venta de Itínere y de varios activos menores, la constructora ha terminado de enderezar su deuda con la refinanciación de Vallehermoso.

Además, la mitad de sus compromisos financieros están ligados al crédito de Repsol, y éste a la cotización de la petrolera, cuya recuperación bursátil permite a Sacyr liberar las garantías adicionales que había puesto, como la patrimonialista Testa, si lo desea, y sobre todo, le aproxima a recuperar la inversión que llevó a cabo en la petrolera.

Una auténtica metamorfosis para una compañía a la que muchos dieron por quebrada hace dos años y que, ahora, ha conseguido recuperar la unidad de la cúpula y retomar el rumbo de los negocios.

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