Pedir un crédito para reformar la casa o cambiar de coche es el doble de caro en España que en Alemania

Los bancos se han vuelto extremedamente recelosos a la hora de conceder créditos para la adquisión de vivienda y dosifican con cuentagotas los préstamos que conceden a empresarios y emprendedores, sin embargo hay un segmento que está consiguiendo escapar a esta era de restricción financiera: los créditos al consumo.

Según los datos del Banco de España, el crédito al consumo ha crecido un 13% entre los meses julio y octubre de este año, pero es que según ASNEF, la patronal de establecimientos financieros, este ritmo se ha elevado al 22% después del verano.

Uno podría pensar que este repunte podría deberse a que los españoles decidieron recurrir a la financiación bancaria para poder costearse unas vacaciones durante el pasado verano, pero no, no es sólo eso.

Para BBVA Research existe una corriente de fondo en este aumento de la demanda del crédito al consumo que vincula a la mejora en las condiciones de los mercados financieros, al incremento de la renta bruta disponible de las familias y al impulso que ha tenido sobre el mercado del automóvil las sucesivas renovaciones del Plan PIVE.

Este importante incremento de la demanda no se ha visto acompañado, sin embargo, de una mejora en las condiciones de concesión de estos créditos. Según el último Informe de Situación del Consumo publicado por el servicio de estudios de BBVA, el tipo de interés que las entidades están exigiendo por este tipo de préstamos supera el 10% (en crédito entre 1 y 5 años), cuando en la media de los países de la zona euro el interés que se pide es del 6% y en Alemania está en el 5%.

Al parecer los españoles penamos todavía por los excesos del pasado. El informe atribuye este desfase al riesgo soberano que todavía pesa sobre la financiación que solicita España, aunque prevé que esa prima se vaya corrigiendo durante los próximos meses.Pedimos 2.400 euros

Mientras eso ocurre, los españoles han puesto en marcha sus propias estrategias para abaratar la factura financiera de solicitar esta clase de créditos.

Lo primero que han hecho ha sido reducir la cuantía media solicitada. Si el año pasado ésta superaba los 3.000 euros, en 2013 ha caído hacia el entorno de los 2.400 euros.

Además, han decidido ampliar los plazos de devolución que acuerdan con las entidades financieras. En 2008 apenas un 37% de estas operaciones se firmaba a un plazo mayor a un año, hoy tres de cada cuatro préstamos al consumo que se solicitan en España presentan un plazo de devolución superior a un año.

Es decir, se están pidiendo más préstamos al consumo, pero por una cuantía inferior y con unos plazos de devolución más largos para compensar de ese modo la carestía que aún pesa sobre la financiación bancaria.Reformar la casa, comprar un coche

¿Y para qué pedimos los españoles un crédito al consumo? Según un estudio realizado por el banco especializado en créditos al consumo Bigbank, cuando acudimos al banco a pedir financiación para comprarnos una casa lo hacemos principalmente para reformar la que ya tenemos.

Ésa es la principal finalidad de los créditos al consumo que se piden en España. El segundo motivo es hacer frente a gastos inesperados, el tercer motivo es viajar, es decir, financiarnos las vacaciones y el cuarto comprarnos un coche.

Sin embargo, BBVA Research considera que en los últimos meses este cuarto motivo ha tenido más peso, debido al efecto del Plan PIVE que ha puesto en bandeja a muchos españoles la posibilidad de cambiar de coche por un precio más reducido que el habitual del mercado.

Los datos que maneja el servicio de estudios del banco azul indican que en el tercer trimestre del año los créditos destinados a financiar la adquisición de un vehículo nuevo por un particular se incrementaron un 14%.

La previsión de BBVA es que la demanda de financiación para adquirir vehículos nuevos aumentará en los próximos meses, del mismo modo que también lo hará la demanda general de créditos al consumo a lomos de la mejora de la economía, la previsible creación de empleo y la reducción de los costes de financiación.

Pero, un momento, ¿no era España un país excesivamente endeudado que debía tratar de reducir sus cuentas pendientes? No hay problema. Según BBVA, este crecimiento del crédito al consumo será compatible con una reducción del saldo vivo de crédito pendiente, que a día de hoy se sitúa en el 6,1% del PIB, en línea con la media europea.