Plan anticrisis de la UE divide a los expertos a la espera de más concreción

  • El acuerdo anticrisis aprobado por la eurozona para salvar el euro fue calificado hoy de "coherente" por Bruselas y acogido con euforia por las bolsas, pero no recibió una valoración unánime de los analistas ante la falta de detalles que permitan medir el verdadero alcance e impacto de las medidas.

Céline Aemisegger

Bruselas, 27 oct.- El acuerdo anticrisis aprobado por la eurozona para salvar el euro fue calificado hoy de "coherente" por Bruselas y acogido con euforia por las bolsas, pero no recibió una valoración unánime de los analistas ante la falta de detalles que permitan medir el verdadero alcance e impacto de las medidas.

El primer gran test para los 17 líderes de la eurozona fue el de los mercados, que abrieron pocas horas después de que los mandatarios lograran cerrar -tras ocho horas de negociaciones que hacían temer que solo habría un acuerdo político vacío de contenido- su hoja de ruta para dar una respuesta definitiva a la crisis de la deuda tras más de dos años de medidas parciales y parches.

La bolsa española consiguió hoy la segunda mayor subida del año, el 4,96 %, impulsada por el acuerdo europeo, mientras que en el resto del continente, y con el euro en 1,417 dólares, París (6,28 %), Milán (5,49 %) y Fráncfort (5,35 %) consiguieron las mayores subidas del año, en tanto que Londres ganó el 2,89 %.

Los analistas, al igual que los propios líderes, no han ocultado su alivio por el hecho de que la eurozona por fin haya logrado consensuar un nuevo paquete de medidas para atajar la crisis, pero también entonaron un tono cauteloso.

Los expertos opinan que el plan es un paso en la dirección adecuada y advierten de que, si bien una catástrofe ha sido evitada, la incertidumbre en los mercados no ha sido eliminada y ni mucho menos se ha logrado una solución a todos los problemas.

El alivio se ha visto rápidamente neutralizado por la frustración de que los líderes podrían o debían haber hecho más, recalca Marie Diron, analista de Ernst & Young.

"No es un acuerdo que resolverá esta crisis de una vez. Los detalles de la implementación (...) aún tienen que ser negociados y el pacto no elimina claramente el riesgo de contagio" sostiene.

"El paquete es un paso en la dirección adecuada, pero ciertamente se queda corto de lo que finalmente se necesitará para devolver el euro a un camino sostenible", afirma también Guntram Wolff, del centro de estudios bruselense Bruegel.

El diablo está en el detalle y en el plan hay bastantes piezas que todavía no encajan. Incluso los líderes lo reconocen.

La canciller alemana, Angela Merkel, recordó que no se podía esperar un "golpe de liberación" definitivo.

Los mandatarios consiguieron en último lugar cerrar lo que era el eje de todo el acuerdo: convencer a la banca de que condone a Grecia el 50 % de la deuda helena: 100.000 millones de euros.

El 21 de julio pasado había asumido unas pérdidas del 21 %.

Para hacer el pacto más atractivo para la banca y lograr que la participación en el segundo rescate griego siga siendo voluntaria, la eurozona aportará 30.000 millones en garantías al sector.

Además, la UE y el FMI aportarán otros 100.000 millones para el segundo rescate a Grecia, con lo que éste asciende ahora a 130.000 millones de euros hasta 2014, y no a 109.000 millones como se acordó en julio.

El paquete debe estar concluido en diciembre y el intercambio de bonos debería tener lugar en enero, pero se desconocen aún los términos del canje y cómo reaccionarán las agencias de calificación.

La capacidad de préstamo del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) -de 440.000 millones de euros- se queda en 250.000 millones, tras descontar los rescates de Grecia, Portugal e Irlanda.

La potencia del FEEF, el principal instrumento de cortafuegos de la eurozona para evitar el contagio, será elevada a un billón de euros mediante el uso de dos modelos cuyos esquemas han sido esbozados, pero cuyo funcionamiento tendrá que ser definido en noviembre.

Del modelo asegurador, en el que el FEEF garantiza parte de las pérdidas sobre bonos soberanos de países vulnerables, solo se sabe que será una opción que se ofrecerá a los inversores cuando compren bonos en el mercado primario, pero se desconoce el porcentaje.

El segundo modelo, y que podrá funcionar en paralelo con el primero, consiste en crear uno o varios "vehículos de propósitos especiales" para atraer inversiones privadas y públicas, principalmente de países emergentes, como China.

No obstante, hasta que no se haya hablado con los potenciales inversores y aclarado los instrumentos en los que se invertiría, no habrá una cifra de los recursos que podrá movilizar el vehículo.

La idea de la eurozona es que los fondos de los inversores sirvan para otorgar créditos, para la recapitalización de los bancos y para la compra de bonos en el mercado primario y secundario.

El tercer pilar del plan europeo anticrisis, la recapitalización, es el que más cerrado está, aunque la Autoridad Bancaria Europea (ABE) ha admitido hoy que se trata de cifras provisionales y que las definitivas las publicará en noviembre.

La banca europea deberá recapitalizarse en 106.447 millones de euros para cumplir con los nuevos requerimientos del 9 % de capital de máxima calidad.

Mostrar comentarios