PNV y PSE controlarán los movimientos inversores de las fundaciones vascas

  • PNV y PSE han formalizado el acuerdo sobre el proceso de transformación de las actuales cajas de ahorro vascas, BBK, Vital y Kutxa, en fundaciones bancarias con el compromiso de "resolver de mutuo acuerdo" los movimientos inversores que afecten a la participación de las nuevas entidades en Kutxabank.

Bilbao, 12 jun.- PNV y PSE han formalizado el acuerdo sobre el proceso de transformación de las actuales cajas de ahorro vascas, BBK, Vital y Kutxa, en fundaciones bancarias con el compromiso de "resolver de mutuo acuerdo" los movimientos inversores que afecten a la participación de las nuevas entidades en Kutxabank.

PNV y PSE también controlarán los posibles cambios que pueda haber en el accionariado de Kutxabank con el fin de "garantizar su anclaje y arraigo" al País Vasco, según se señala en el texto del acuerdo, divulgado hoy por los socialistas.

Además de controlar las inversiones o desinversiones que puedan afectar a la participación de las fundaciones en Kutxabank, PNV y PSE son partidarios de que mantengan "la máxima participación accionarial" en el banco, "dentro de los márgenes que deja la ley y las diferentes regulaciones -del Banco de España o del Banco Central Europeo-, así como las condiciones del mercado, permitan".

"Queremos que las fundaciones bancarias preserven la esencia y forma de ser de las antiguas cajas y que sus órganos de gobierno reflejen la realidad social y las distintas sensibilidades de los territorios de Euskadi", subraya el texto.

El pacto responde a la obligación legal que tienen BBK, Kutxa y Vital de dejar de ser cajas públicas este año y transformarse en fundaciones, sin que puedan tener más del 50 por ciento del capital de Kutxabank.

En la actualidad, la BBK vizcaína tiene el 57 por ciento de las acciones del principal banco vasco; la Kutxa guipuzcoana, el 33 por ciento, y la Vital alavesa, el 11 por ciento.

El pacto entre PNV y PSE, resumido en folio y medio, destaca cuatro objetivos, empezando por "mantener y fortalecer la entidad resultante de la integración de las cajas vascas -Kutxabank- y garantizar su anclaje y arraigo en el País Vasco".

En segundo lugar, "atender de manera preferente las necesidades financieras del País Vasco, tanto públicas como privadas con responsabilidad y profesionalidad".

PNV y PSE también quieren "garantizar la obra social, una de las razones de ser de las cajas que se van a transformar en fundaciones bancarias", para lo cual, consideran preciso "destinar los recursos suficientes para atender de manera estable las actuales necesidades y las futuras".

El último punto habla de "reflejar en los órganos de gobierno la realidad local y la pluralidad vasca, así como la actual composición de las cajas sujetas a transformarse en fundaciones bancarias".

PNV y PSE aseguran que su deseo es que Kutxabank sea una entidad financiera "de primer nivel", "estable y bien gestionada".

También una entidad "fortalecida que garantice la seguridad de los depositantes y clientes, tenga capacidad de dar servicio y dinero a las empresas vascas, sobre todo a las pymes, a las familias y a las instituciones públicas, y siga tan vinculada a esta tierra, a su economía y a sus gentes, como lo han estado siempre las cajas que van a desaparecer: BBK, Kutxa y Vital", remarca el texto.

El acuerdo también recoge el compromiso del PNV de hacer llegar al PSE el primer borrador del proyecto de Ley Vasca de Cajas y Fundaciones Bancarias "a más tardar" durante el próximo mes de septiembre y a negociarlo antes de su aprobación por ambas partes en el Parlamento Vasco.

Nacionalistas y socialistas van a crear una comisión de seguimiento de este acuerdo para supervisar el cumplimiento de los puntos consensuados, "analizar la estrategia del banco y de las fundaciones bancarias, así como de los recursos económicos y contenido de la obra social".

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