Pobladores denuncian violencia policial contra mineros en noroeste de Nicaragua

  • Habitantes de un centro minero en el noroeste de Nicaragua denunciaron este sábado detenciones violentas por parte de la policía antimotines, que la víspera advirtió que iba a "recuperar el poblado" tras semanas de protestas de los trabajadores del yacimiento.

"Los antimotines llegaron al pueblo tirando bombas lacrimógenas, pateando las puertas de las casas, sacando a los hombres adultos y jóvenes", dijo a la AFP una pobladora que pidió el anonimato por temor a represalias.

Los antimotines llegaron al amanecer del sábado gritando "salgan hijos de puta y agarraron a patadas las puertas (...). Son muchos los detenidos y golpeados, y los que no, andan huyendo por los cerros para no ser capturados", dijo la pobladora vía telefónica.

La mina El Limón, un centro minero en el municipio de Malpaisillo, 142 km al noroeste de la capital, jurisdicción del departamento de León, ha sido escenario de protestas desde el 21 de septiembre contra la empresa canadiense B2Gold, concesionaria del yacimiento.

La única actividad del poblado es la extracción de oro, pero ésta se ha visto interrumpida debido a las protestas por el despido de cuatro trabajadores, entre ellos tres miembros del sindicato, a causa de inconformidad.

"La situación es bastante confusa, la gente no puede salir de sus casas, las calles están vacías, desiertas y el pueblo está rodeado de antimotines", dijo a la AFP la disidente sandinista Dora María Téllez, quien criticó la actuación de la policía en el lugar.

El sacerdote Víctor Morales, vocero de la Diócesis de León, declaró a la prensa que los policías ingresaron a la parroquia porque pensaron que allí había gente refugiada y buscaban sacarla, lo que calificó de "sacrilegio".

Periodistas de diversos medios de comunicación también denunciaron que fueron impedidos de ingresar al lugar para reportar los acontecimientos.

Los teléfonos de voceros de la policía no fueron respondidos a llamados de AFP para tener una versión de los hechos.

La policía, en un comunicado emitido la noche del viernes, calificó de "grupos vandálicos" a quienes protestan en la mina y advirtió que procedería a "recuperar el poblado" para restablecer las actividades cotidianas productivas, de trabajo y de educación.

La empresa tenía previsto reiniciar labores el jueves pero nuevos incidentes impidieron el ingreso de obreros que no participan en la protesta.

El incidente más grave ocurrió el 6 de septiembre, en el que murió un agente del orden durante un choque con pobladores.

Representantes de la minera canadiense, que también explota otros yacimientos en el centro del país, han reportado perdidas millonarias por la interrupción de labores y en los primeros días de protesta llegaron a amenazar con abandonar Nicaragua.

jr/lb/tm

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