Reducir la parte regulada del recibo de la luzen un 2,2%, siempre que se esté adscrito al denominado PVPC (Precio Voluntario al Pequeño Consumidor), y permitir al usuario estar informado de cuánto consume cada hora -mediante un contador 'inteligente'-, son las dos iniciativas gubernamentales para intentar rebajar la factura eléctrica antes de las elecciones.
Un intento escaso, señalan expertos consultados, salvo que se apliquen mucho a ello, por dos motivos principalmente:
1) Con el nuevo sistema de facturación que ha "impuesto" el Gobierno, basado en una tarifa distinta cada hora -la real- para quienes tengan instalados contadores con telegestión, "se pagará más cara la electricidad en los horarios con mayores niveles de consumo". Así lo acaba de señalar Facua (ver esta misma web).
Es decir, de 21,00 a 23,00 horas se consume más en casi todos los hogares, luego se pagará más, aunque es cierto que se tendrá información sobre las horas en que se consume menos, lo que permitirá una autorregulación. Muchos se preguntan cómo es posible que hasta 2015 no hubiera esta posibilidad.
Como ha señalado esta web, el mejor momento para el consumo eléctrico es el domingo entre las 15.00 y las 18.00 horas, ya que en este intervalo los consumidores podrán obtener ahorros de hasta un 13% con respecto a la media semanal.
Y el peor de la semana para el usuario es el lunes, entre las 20.00 y las 22.00 horas, según un análisis de la empresa Selectra, dedicada a la comparación y asesoramiento en tarifas de electricidad y gas.
2) El otro motivo por el que se notará poco la reforma es la escasa ambición. La rebaja de la parte regulada del recibo, es decir, peajes e impuestos, que supone entre un 40 y un 50 por ciento, incluso más, sólo ha sido reducida en un 2,2 por ciento hasta final de año, cuando en 8 años casi se ha duplicado la factura.España, cuarto recibo más caro en la UE
La necesidad de abordar una reducción de la factura energética para los hogares es imperiosa. El aumento del precio de la luz desde 2007 a 2014 en España ha sido superior al 70 por ciento, incluso cerca del 75 por ciento, según el consenso de analistas. Los sobrecostes "políticos" (peajes e impuestos) han contribuido notablemente a encarecer esta factura de los hogares durante años.
En el segundo semestre de 2007, cuando estalló la crisis financiera, el recibo en España era más bajo que la media de la zona euro y la UE, situándose en el puesto 10 del ranking europeo. En consecuencia, puede afirmarse que el precio de la luz casi se ha duplicado desde principios de la pasada década, coincidiendo con el inicio del apoyo estatal a las energías renovables.
En el ranking europeo, España es el cuarto país con el recibo de la luz más alto, por detrás de Dinamarca, Alemania e Italia, según la oficina estadística comunitaria Eurostat. Francia es la nación en que más sube, principalmente por la apuesta de las renovables tras el aparcamiento de la nuclear, como sucede también en Alemania.
La media en la UE se situaba a finales de 2014 en 0,205 euros por Kwh (Kilovatio/hora), mientras en España cuesta 0,225. En realidad, España está en el sexto lugar, por detrás de Irlanda y Chipre, pero la comparación con estos países no es homogénea al tratarse de islas, en las el transporte de la energía encarece su coste.
En síntesis, los consumidores que cuenten con la tarifa regulada, el Precio Voluntario al Pequeño Consumidor (PVPC) -hay que preguntar si uno está en ese conglomerado-, y disponen de un contador 'inteligente', tienen opción desde hoy a una tarificación personalizada, que se ajustará a la lectura horaria de sus contadores. Se trata de unos cinco millones de usuarios.
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