Portugal se parece más a Irlanda que a Grecia, según Passos Coelho

  • El primer ministro luso, Pedro Passos Coelho, aseguró hoy que la situación de su país se asemeja más a la de Irlanda, que ha sido objeto de un rescate financiero, que a la de Grecia, pendiente de la negociación de un nuevo préstamo.

Lisboa, 6 feb.- El primer ministro luso, Pedro Passos Coelho, aseguró hoy que la situación de su país se asemeja más a la de Irlanda, que ha sido objeto de un rescate financiero, que a la de Grecia, pendiente de la negociación de un nuevo préstamo.

"No tenemos una situación parecida a la de Grecia, tenemos una situación mucho más próxima a la de Irlanda", declaró a los periodistas el dirigente conservador, que recordó además el poco tiempo -apenas ocho meses- que lleva en ejecución el programa de asistencia a Lisboa.

Passos Coelho subrayó que el cumplimiento de ese programa, que incluye un préstamo internacional de 78.000 millones de euros vinculado al saneamiento de las cuentas lusas, "no está en cuestión, cualquiera que sea el resultado de lo que pueda ocurrir en Grecia".

Sea cual fuere el resultado de la negociación sobre la ayuda económica a Atenas, puntualizó, Portugal necesitará corregir sus desequilibrios y de acuerdo con su propio programa.

Sobre la situación del país heleno, el primer ministro luso confío en que sea posible lograr un nuevo paquete de asistencia "que dé estabilidad financiera a Europa y permita a los propios griegos encontrar un plan de ajuste que sea realizable".

Passos Coelho, que lidera la coalición conservadora lusa ganadora de las elecciones de junio de 2011, recordó que los indicadores sobre la ejecución del rescate portugués son "positivos".

Por ello, explicó, el Ejecutivo luso tiene la convicción de que si el país concluye ese programa con éxito estará "en condiciones de vencer la actual crisis".

Para recibir los 78.000 millones de euros del rescate, que se entrega de forma escalonada, Portugal debe rebajar su déficit desde el 9,8 % en que cerró 2010 hasta menos del 3 % en 2013, lo cual exige drásticos recortes en el gasto estatal, acompañados, además, de reformas estructurales.

El severo programa de austeridad luso ha acentuado también la recesión, según diversos analistas, y en los últimos descensos de la calificación financiera lusa ya han pesado no sólo los desajustes presupuestarios, sino también sus malas perspectivas económicas, que preven en 2012 un crecimiento negativo del 3 %.

Hoy mismo el Eurostat añadió un dato negativo más al perfil de la economía lusa y situó el índice de su deuda pública en el 110,1 % del PIB en el penúltimo trimestre de 2011, el tercer nivel más alto de la UE, detrás de Grecia (159,1 %) e Italia (119,6 %).

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