Burgos, 26 mar.- El proceso de integración de Banca Cívica en Caixa Bank, al que estamos asistiendo estos días, es "el funeral de Caja Burgos y su desaparición en pocos años", ha declarado a Efe el presidente de la asociación de impositores de Caja Burgos y consejero de esta entidad, Agapito Gómez.
En su opinión, la marca de Caja Burgos, igual que la del resto de integrantes de Banca Cívica, se mantendrá en un primer momento por razones comerciales, aunque augura que en dos o tres años desaparecerá.
En todo caso, cree que el proceso es ya irreversible, y aunque Caja Burgos pudo haber buscado otros compañeros de viaje en la fase inicial es "imposible saber cuáles habrían sido las consecuencias".
Para Agapito Gómez, Caja Burgos pagará con su desaparición estar en un grupo más saneado económicamente, en el que tendrán un peso de menos de un 2 por ciento.
De hecho, ha advertido del riesgo de que la Obra Social, que es lo único que quedará de Caja Burgos, se vea también debilitada, dado que la Caixa tiene una fundación "muy potente" para este tipo de actividades.
Agapito Gómez ha asegurado que nunca ha habido riesgo para los pequeños impositores de Caja Burgos, aunque lo que se va a perder definitivamente es la cercanía y "la cara más humana" de la entidad.
Los órganos de gobierno de las cuatro cajas integrantes de Banca Cívica se reúnen esta tarde para decidir si respaldan su integración en Caixa Bank, aunque Agapito Gómez considera que "apenas hay margen de maniobra y la operación se realizará".
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