El bar restaurante en el que murieron cinco personas "borró los estigmas de esa pesadilla" y decidió reabrir "para hacer revivir el barrio", dijo la encargada, Audrey Bily, decidida a que el lugar siga siendo "de intercambio y participación".
"Queremos enseñarles (a los yihadistas) que somos más fuertes que ellos", declaró Bily, durante una rueda de prensa improvisada ante medios del mundo entero.
"Hemos realizado algunas obras, pintado las paredes, borrado los estigmas de esa pesadilla. El café La Bonne Bière es un lugar de encuentro, intercambio y participación. Ese es nuestro objetivo hoy", añadió.
Los ramos de flores, velas y mensajes de apoyo depositados ante el bar en homenaje a las víctimas fueron retirados para reinstalar las mesas en la terraza.
Una decena de clientes tomaban un café sobre las 09H30 (08H30 GMT) ante numerosas cámaras de televisión.
Los demás establecimientos atacados por los yihadistas en el este de la capital -una pizzería vecina, Casa Nostra, el bar Le Carillon y el restaurante Le Petit Cambodge, situado a centenares de metros de ahí- seguían cerrados este viernes.
Tres autores de los atentados, incluido su presunto cerebro, el belga Abdelhamid Abaaoud, abrieron fuego contra las terrazas de esos cuatro establecimientos y de otro bar del este de París, La Belle Équipe.
Después de los tiroteos, uno de los miembros del comando, Brahim Abdeslam, se hizo explotar en un último establecimiento, Le Comptoir Voltaire, sin dejar víctimas.
Los atentados del 13 de noviembre causaron 130 muertos y cientos de heridos en esos cafés y restaurantes, así como en el exterior del Estadio de Francia, al norte de París, y en la sala de espectáculos El Bataclan, donde fallecieron 90 personas.
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