Privatizar Aena en bolsa es prácticamente imposible

  • La privatización parcial de los aeropuertos y la lotería puede tener un destino muy distinto. Mientras los expertos ven muy posible sacar a bolsa las Apuestas del Estado, creen que Aena acabará en manos de otros gestores aeroportuarios o de fondos de capital riesgo. Su disparada deuda desaconseja colocarla en el mercado.
Los sindicatos se oponen a la privatización de AENA
Los sindicatos se oponen a la privatización de AENA
Ana P. Alarcos

El Gobierno anunció la semana pasada su intención de privatizar parcialmente dos grandes empresas públicas: Aena, que gestiona los aeropuertos españoles, y Loterías y Apuestas del Estado. Con esta operación, el Ejecutivo prevé ingresar hasta 14.000 millones de euros y aliviar la soga de las cuentas públicas. Y todo apunta a que la venta de ambos entes se producirá de forma distinta.

De hecho, según los expertos, Loterías tiene muchas papeletas para colocarse sin problemas en bolsa, mientras que la deuda de Aena le aleja de esa posibilidad y apuestan por venderla directamente a los fondos de capital riesgo y gestores aeroportuarios, como las españolas Ferrovial y Abertis.

"Lo primero que tiene que hacer el Estado para sacar a bolsa una compañía es asegurarse de que tiene atractivo y Loterías lo tiene. Es una compañía rentable, mientras que Aena tiene una deuda importante, que alcanza los 12.000 millones de euros. Dudo que los inversores quieran apostar por una empresa con pérdidas", deja claro Nuria Álvarez, de Renta 4.

Gonzalo Gómez Bengoechea, Investigador del IESE, también señala que la falta de rentabilidad de la gran mayoría de los aeropuertos españoles -donde se libran Barajas, El Prat y pocos más- convierte a Aena en una compañía muy poco atractiva para la bolsa.

Sin embargo, como apunta Gómez, "puede ser una buena oportunidad para los operadores aeroportuarios, sobre todo si el Gobierno cede parte de la gestión. Además, la tendencia en toda Europa de este tipo de compañías es la gestión privada".

Para más inri, el propio ministro de Fomento, José Blanco, ha reconocido que ya había recibido muestras de interés por parte de fondos de inversión internacionales y de las principales empresas españolas de gestión aeroportuaria, entre las que destacan Ferrovial y Abertis.

La primera posee la mayor empresa privada de aeropuertos del mundo, la británica BAA, dueña, entre otros, del londinense Heathrow. Abertis, por su parte, posee el operador aeroportuario TBI, cuya joya de la corona es el aeródromo británico Luton.

Además, se da la circunstancia de que la empresa catalana comparte el accionariado de TBI con Aena, ya que la todavía empresa pública posee un 10% de esta sociedad.

El otro gran problema: quién manda

El liderazgo español en el negocio de la gestión aeroportuaria privada es un punto a favor del Gobierno ya que, como cree el Investigador de IESE, "políticamente es más fácil cerrar un acuerdo con una empresa española que hacerlo con fondos extranjeros".

Sin embargo, gigantes como KKR, JP Morgan, Citi, Blackstone o MacQuarie son especialistas en este tipo de negocios y cuentan con un capital del que carecen las compañías españolas. De hecho, Ferrovial ha tenido que vender sus partipaciones en algunos aeropuertos para reducir su disparado endeudamiento de 30.000 millones.

Suma y sigue, porque, además, las empresas españolas ya han dejado caer en varias ocasiones que no van a inyectar dinero mientras el Estado siga controlando la gestión, ya que aseguran que este negociado es propio de los fondos de capital riesgo.

Por tanto, para poder vender esa parte de Aena, el Estado se vería obligado a ceder la gestión de la compañía. Es decir, tendrá que dejar de tomar decisiones.

Aún no hay nada cerrado

Los expertos también señalan que todos estos escenarios son hipotéticos y que el Gobierno aún no ha aclarado cómo va a vender el 49% de Aena y el 30% de Loterías. Lo único que ha confirmado es que va a deshacerse de esas participaciones para inyectar a las arcas públicas unos 14.000 millones de euros, según los cálculos oficiales.

Estas cifras poco tienen que ver con las que se estimaron en tiempos de bonanza económica, cuando el 30% de la compañía se valoraba en 13.000 millones de euros. Ahora, en cambio, el 49% apenas equivale a 9.000 millones.

Aunque lo que sí parece claro es que la salida a bolsa de Loterías es una idea acertada, mientras que la privatización de Aena aún despierta demasiadas dudas.

Tal y como expone Antonio Moreno Ibáñez, Vicedecano de Investigación de la Universidad de Navarra, la salida a bolsa "traería dinero a las arcas del Estado en un momento en el que hay una gran preocupación por nuestro déficit  y donde es importante dar una señal positiva a los mercados internacionales (de hecho, la respuesta inicial de los mercados ha sido positiva). Además, al lanzarla en bolsa es posible que saquemos más financiación, ya que los inversores competirán inicialmente por este negocio".

En cambio, Aena no tiene muy buena carta de presentación. "Según las cifras financieras a cierre de 2009,  la empresa presenta una baja liquidez, una ineficiente administración de activos, una rentabilidad negativa y un alto nivel de endeudamiento", concluye Szabolcs Blazsek, profesor de finanzas de la Universidad de Navarra.

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