Rasmussen dice que la crisis en Ucrania subraya la vigencia de la OTAN

Londres, 8 mar.- El secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, consideró hoy que la crisis en Ucrania subraya la vigencia de la OTAN e instó a los aliados a invertir más en la defensa y seguridad comunes.

En unas declaraciones a Radio 4 de la BBC, Rasmussen dijo que las tensiones entre Rusia y Ucrania por la incursión militar rusa en la península de Crimea demuestran que "la inseguridad es más cara" que la inversión necesaria en defensa.

"Los recientes acontecimientos en Crimea son un recordatorio de que todavía hay una amenaza en Europa, una amenaza potencial a la seguridad y la estabilidad", declaró en el programa Today.

"Es un recordatorio -prosiguió- de que las naciones europeas deberían invertir suficiente en nuestra defensa y seguridad comunes".

"Creo que los políticos de la OTAN se replantearán ahora la cuestión de la inversión en seguridad y defensa", frente a los recortes generalizados efectuados a raíz de la crisis económica, afirmó.

El secretario general señaló que "la defensa tiene un coste, pero la inseguridad es mucho más cara".

"Por lo tanto, creo que estos acontecimientos contribuirán al pensamiento en las capitales a la hora de decidir sobre futuras inversiones", incidió.

Rasmussen reconoció que "no puede haber una respuesta militar" a la crisis en Ucrania pero negó que la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) esté desfasada, al asegurar que continúa "firmemente decidida a defender a los Estados miembros".

"Lo que estamos viendo en Crimea no hace más que reforzar nuestra decisión y determinación de asegurar a los aliados que nuestra tarea central sigue siendo la defensa colectiva, la defensa territorial, y tomaremos las medidas necesarias para asegurarnos de que todos los aliados de la OTAN están protegidos eficazmente de cualquier amenaza", manifestó.

La OTAN celebrará su próxima cumbre bienal los días 4 y 5 de septiembre en Gales, con el objetivo de definir su futuro.

Esta será la primera ocasión en que el Reino Unido acoja una cumbre del organismo desde 1990, cuando se marcaba el fin de la guerra fría.